Atentado del ISIS en centro electoral de Kabul: 57 muertos

El terrorista se hizo estallar en medio de la multitud. Entre los muertos hay 21 mujeres y cinco niños. Es el cuarto ataque perpetrado contra centros electorales. SI bien el presidente afgano promete que la violencia no habrá de paralizar el proceso democrático, crece el descontento entre la población. “Nuestra paciencia se agotó, este gobierno es responsable por estas vidas perdidas, ya nadie más irá a votar”.

Kabul (AsiaNews/Agencias) – Son cuando menos 57 los muertos y más de 100 los heridos provocados por el ataque suicida que ayer azotó un centro comercial situado en un barrio de población mayoritariamente chiita, Dashte Barchi, en el oeste de Kabul. Hay 21 mujeres y cinco niños entre los muertos que perdieron la vida mientras formaban fila fuera del edificio.

El atentado fue reivindicado por el ISIS, que en los últimos meses ha firmado varias acciones contra la minoría chiita en el país. En este caso, el terrorista se hizo estallar con un cinturón explosivo, confundiéndose entre las familias que aguardaban para retirar su documento de identidad nacional o “tazkira”. La explosión llegó hasta los vehículos que se encontraban estacionados en el lugar, destruyéndolos.

“Me hallé cubierto de sangre, con personas muertas –mujeres y niños- a mi alrededor” le cuenta a Agence France Press (AFP) un sobreviviente de 26 años, Rasuli, quien agrega desde su lecho en el hospital: “Todos querían votar”.

Este es el cuarto atentado perpetrado contra centros de registro y documentación desde que se puso en macha el proceso electoral, iniciado el 14 de abril. Hay más de 7.000 centros en todo el país, instituidos a fin de que unos 10 millones de votantes puedan realizar los trámites necesarios. Los ciudadanos afganos son llamados a expresarse en las elecciones legislativas del próximo mes de octubre, a las cuales luego seguirán las presidenciales, en 2019.

Hoy, el presidente afgano Ashraf Ghani ha denunciado los ataques y sostiene que los mismos no lograrán “que abandonemos nuestros objetivos, ni [tampoco podrán] debilitar el proceso democrático nacional”. Sin embargo, el gobierno afgano pierde cada vez más terreno: según una reciente investigación de la BBC, el mismo ejerce el control total en tan sólo el 30% del país, en tanto el resto del territorio se encuentra bajo la amenaza de los talibanes, y, en menor medida, del ISIS. La población culpabiliza cada vez más a las autoridades, aduciendo que son incapaces de brindar protección: inmediatamente después del atentado, una multitud comenzó a gritar furiosa, instando a la muerte de los talibanes y del gobierno. “Nuestra paciencia se agotó; este gobierno es responsable por estas vidas perdidas, ya nadie querrá votar”, denuncia a AFP un hombre de 34 años, Hussein, junto a su primo herido y hospitalizado.