Ataque a pozos sauditas: Riad acusa a Irán, igual que EEUU. Pero Trump se mantiene expectante

Los sauditas afirman que poseen pruebas de la “implicación” de Teherán en la operación. En el ataque se habrían utilizado misiles de crucero y drones, que implican un mayor grado de sofisticación. Pompeo viaja a Riad y a Abu Dabi para una misión. Aún así, el presidente de los EEUU aguarda los resultados de la investigación para elaborar un plan de acción.

Riad (AsiaNews/Agencias) - En relación con el ataque a los pozos petroleros en Arabia Saudita del fin de semana pasado, Riad ha anunciado que posee pruebas de la “implicación” de Teherán, y se dispone a brindar evidencias durante una conferencia de prensa prevista para hoy. Según fue informado por la TV estatal saudita, las autoridades locales mostrarán elementos a partir de los cuales se desprende que las armas que fueron utilizadas para atacar las instalaciones de petróleo crudo son de fabricación iraní. El atentado en las instalaciones, efectuado con drones, tuvo lugar el 14 de septiembre pasado y fue reivindicado por los rebeldes hutíes de Yemen -apoyados por Irán -, que hace años libran una lucha contra las tropas del gobierno, simpatizante de Riad. En el último periodo, se han intensificado los asaltos y las operaciones perpetradas desde el suelo yemenita contra blancos precisos situados al otro lado de la frontera, en Arabia Saudita.

Varios miembros de la administración estadounidense, entre ellos, el secretario de Estado Mike Pompeo, por estas horas están volando a Arabia Saudita, levantando el dedo acusador contra Teherán, por considerarla responsable del doble atentado. La República Islámica ha rechazado reiteradamente estas acusaciones en los últimos días. Para referirse a la cuestión también intervino Francia, afirmando por boca del ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, que no posee datos “certeros” sobre el origen de los ataques.

La mirada de los operadores se centra en el abastecimiento, preocupados por las posibles repercusiones en los mercados internacionales. Respecto a este tema, el ministro saudita de Energía, Abdulaziz bin Salman, aseguró que la producción volverá a la normalidad a fines de septiembre, procurando dar tranquilidad a la comunidad internacional.

“En los últimos dos días -subrayó- hemos estado conteniendo los daños y logramos restablecer más de la mitad de la producción”, que había quedado reducida a la mitad luego del ataque terrorista”. “Les tengo una buena noticia -agregó-; la producción de petróleo en los mercados internacionales ha vuelto a los niveles previos al atentado”. Por último, Riad asegura que su objetivo es preservar su rol de liderazgo en la provisión global de petróleo.

En el día de ayer, los precios cayeron aproximadamente un 6%, luego de un pico registrado en los días inmediatamente posteriores al ataque. En tanto, desde Estados Unidos llegan nuevas acusaciones contra Irán, por considerarla responsable material de la operación. Una fuente de gobierno, tras el anonimato, informó que se utilizaron misiles de crucero y drones, lo cual evidencia un grado de complejidad y sofisticación mucho mayor de lo previsto en un primer momento.

En este contexto de crecientes presiones y acusaciones centradas en Teherán, uno los pocos que se han mantenido en actitud expectante -al menos, hasta ahora- es justamente el presidente Donald Trump, quien no ha acusado abiertamente a la República Islámica, y tampoco ha amenazado con represalias. El fin de semana pasado, al comentar lo ocurrido, el inquilino de la Casa Blanca había declarado que los EEUU están con todo “cargado y listo” para reaccionar. Sin embargo, cuatro días después, el líder estadounidense aún no ha definido un plan de acción y prefiere aguardar los resultados de la investigación. En paralelo, ha enviado al secretario de Estado, Mike Pompeo, a la región, para realizar consultas con Riad y Abu Dabi.