Asjabad acude a Bruselas para la construcción del gasoducto transcaspiano
Antes de fin de año, el presidente Serdar Berdymukhamedov se reunirá con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Sin embargo, los expertos del sector se muestran escépticos sobre el proyecto y señalan la falta de competitividad de Turkmenistán en el mercado europeo. El principal problema es conseguir financiación para la construcción de nuevas infraestructuras.
Asjabad (AsiaNews) -. El embajador de Asjabad ante la Unión Europea anunció que antes de fin de año el presidente de Turkmenistán, Serdar Berdymukhamedov, realizará una visita a Bruselas y aseguró "la lealtad de nuestro país para fortalecer los mecanismos de cooperación bilateral en todas las direcciones posibles". El anuncio sigue a la declaración -bastante rara para la habitual reticencia turcomana- sobre el proyecto de construcción del gasoducto Transcaspiano.
Los especialistas en el tema se muestran bastante escépticos sobre este proyecto que se discute desde hace muchos años y señalan la falta de competitividad de Turkmenistán en la lucha por un lugar en el mercado energético europeo. Sin embargo el embajador en Bruselas, Sapar Palvanov, presentó sus credenciales a Ursula von der Leyen el pasado 29 de julio y desde las primeras declaraciones insistió en la intención de apertura de su país en el ámbito energético. La visita del presidente sería, a su manera, un hecho histórico, considerando la tradicional cerrazón y neutralidad de Turkmenistán, y la presidenta de la Comisión Europea se apresuró a declarar la disponibilidad de todo su equipo para iniciar tratativas con los turcomanos.
Turkmenistán ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en reservas de gas natural, y las propuestas de colaboración por parte europea se han multiplicado ante la necesidad de encontrar alternativas al gas ruso, al que la UE renunció oficialmente tras la invasión de Ucrania. El gasoducto Transcaspiano requiere una inversión de varios miles de millones de euros, y la infraestructura y el transporte de Turkmenistán están demasiado atrasados para pasar el gas a través de Azerbaiyán y Turquía. Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Asjabad declaró que "no existen factores políticos, económicos o financieros que impidan la realización del proyecto".
En realidad los principales problemas están relacionados precisamente con la financiación de la obra. El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliev, en una declaración del 21 de julio expresó dudas sobre su viabilidad si no se indican claramente las fuentes de financiación: "Ustedes saben muy bien -dijo- que hoy los bancos europeos han dejado de apoyar los planes de extracción de combustible, y no será fácil atraer fondos desde otras direcciones”.
El gobierno de Asjabad ha hablado de la posibilidad de exportar hasta 30.000 millones de metros cúbicos de gas por año a Europa, aunque los expertos reiteran que ese volumen es incompatible con las estructuras actuales y para transportar todo este gas a Europa a través de Azerbaiyán hacen falta gasoductos adicionales. El profesor Luca Anceschi de la Universidad de Glasgow, experto en Asia Central, cree que "no hay opciones creíbles" para la construcción de un nuevo gasoducto: "El gobierno turkmeno no parece dispuesto a participar en grandes inversiones, que además requieren negociaciones agotadoras".
La empresa del Estado Turkmengas, que supuestamente manejaría el proyecto, no tiene la experiencia suficiente para liderar el consorcio que se pretende formar, explicó Anceschi a Radio Azatlyk en una entrevista hace pocos días. La agencia Bloomberg también se ha interesado recientemente por el asunto, confirmando que los turcomanos están muy por detrás de toda la competencia por el mercado europeo. No solo se necesitaría mucho dinero, sino también muchos años para llevar a la práctica el plan, cuando Europa tiene alternativas más baratas y fáciles de concretar.
El vicepresidente de Socar, la empresa petrolera del Estado de Azerbaiyán, Vitalij Bajlarbaev, explicó que los azerbaiyanos están dispuestos a ofrecer su infraestructura para el tránsito de gas turcomano, pero todo el proyecto depende solo de Asjabad a partir de la explotación de los dos yacimientos del Caspio más cercanos a la red de transporte, para los que "no harían falta nuevos gasoductos en el fondo del mar". También habría que evitar las amenazas rusas de bloquear cualquier intento de Turkmenistán de exportar gas, a lo que Moscú se opone "para evitar posibles consecuencias negativas en la ecología del Mar Caspio". Y los turcomanos también deben decidir de qué parte están en los escenarios de la política internacional.
13/02/2017 21:19
20/02/2023 10:12