AsiaNews, el viaje a la India y el Buen Samaritano

de Bernardo Cervellera

Nuestra información está pensada como un puente para conocer y compartir la vida con personas de otras culturas y continentes. En la estela del Papa Francisco, la bienvenida a aquellos que están heridos, también con instrumentos virtuales.

Roma (AsiaNews) - En enero pasado, AsiaNews ha organizado un viaje a la India con un grupo de 33 personas. Estos viajes han nacido por la petición de muchos de nuestros lectores: " Hablamos mucho de estos países asiáticos... ¿por qué no ver y encontrar las situaciones de las cuales damos noticias?". Esta demanda planteó la propuesta que viajáramos a Tierra Santa, India, China, y (con suerte) a Myanmar, Camboya, Vietnam y muchos otros países aún.

En este último viaje a la India (del Norte) ha visitado las ciudades de Mumbai, Delhi, Agra, Varanasi, Calcuta. Hemos sido capaces de descubrir la gran historia del subcontinente indio, el testimonio de la fe hindú, budista, sij, la presencia viva de la Iglesia y de los cristianos. De hecho, los puntos culminantes de nuestro viaje fueron las reuniones con las hermanas del PIME en la colonia de leprosos en Versova (de los cuales informamos en este número); uno con una comunidad interreligiosa de los dalit en la campiña de Varanasi; la oración y testimonio de las Hermanas de la Madre Teresa de Calcuta. Incluso hoy, después de semanas, recibo los agradecimientos de todos los participantes que ahora definen el itinerario no como un "viaje", sino como una " peregrinación", algo que ha cambiado sus vidas y los puso en comunicación con tantos de sus hermanos y hermanas que sufrir de la enfermedad, la exclusión, el hambre y viven una fe fuerte y activa.

Esta pequeña experiencia tuvo en un cierto sentido la aprobación del Papa Francisco.

El pasado 23 de enero, el Papa emitió su Mensaje para la 48 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, titulado "La comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro". En ella, el Papa dijo que frente a la "globalización de la indiferencia", la "brecha escandalosa entre el lujo de los ricos y la miseria de los pobres", los "muros que nos dividen", la comunicación tiene la tarea y el "poder" para crear la "proximidad".

El Papa pone algunas condiciones para que esto suceda: "la capacidad de estar en silencio para escuchar"; garantizar un " encuentro real" y no manipulado, "dialogar" con la convicción que "el otro tiene algo bueno que decir, hacer espacio para su punto de vista, para sus propuestas".

Todo esto nos llevará "a apreciar la experiencia humana tal como se manifiesta en las diferentes culturas y tradiciones. Pero también vamos a apreciar mejor los grandes valores inspirados por el cristianismo, por ejemplo, la visión del hombre como persona, el matrimonio y la familia, la distinción entre lo religioso y lo político, los principios de solidaridad y subsidiariedad, y otros".

Se parece a la descripción de nuestro viaje a la India, donde junto con la sorpresa en la grandeza de las tradiciones religiosas orientales, nos sentimos conmovidos por el impulso amoroso de los misioneros y misioneras que están construyendo un nuevo mundo marcado por la fe cristiana.

El Papa Francisco pidió que este estilo esté siempre presente en las redes sociales, ya que incluso las redes digitales están "llenas de humanidad, a menudo herida: hombres y mujeres que buscan la salvación o una esperanza". Para ello, es necesario que el trabajo periodístico no sea un mero instrumento técnico: "Sólo aquellos que comunica poniéndose en juego puede ser un punto de referencia. La participación personal es la raíz misma de la fiabilidad de un comunicador". Para nuestro periodismo, necesitamos de testigos, no empleados. Sólo así los cristianos seremos misioneros en la web, una misión que se asemeja mucho a la del Buen Samaritano: "El icono del Buen Samaritano - concluyó el Papa - que venda las heridas del hombre apaleado, versando sobre ellas aceite y vino, nos sirva como guía. Que nuestra comunicación sea aceite perfumado para el dolor y vino bueno para la alegría. Que nuestra luminosidad no provenga de trucos o efectos especiales, sino de acercarnos, con amor y con ternura, a quien encontramos herido en el camino. No tengan miedo de hacerse ciudadanos del mundo digital. El interés y la presencia de la Iglesia en el mundo de la comunicación son importantes para dialogar con el hombre de hoy y llevarlo al encuentro con Cristo: una Iglesia que acompaña en el camino sabe ponerse en camino con todos.