Asia Central, el Festival de la juventud católica a la espera del Papa Francisco

de Vladimir Rozanskij

El primer encuentro se celebró en Issyk-Kul con jóvenes de Kirguistán, Uzbekistán, Kazajistán y Rusia siberiana. En las montañas del "Lago Caliente" crearon juntos seis proyectos de servicio para los ancianos y los más abandonados, para los niños y para las familias desfavorecidas.

Issyk-Kul (AsiaNews) - En los primeros diez días de agosto se celebró en Kirguistán el primer Festival de la Juventud Católica de Asia Central. En el centro jesuita de Issyk-Kul se reunieron jóvenes de varias localidades del país y también de Uzbekistán, Kazajistán y la Rusia siberiana. El propósito era pasar unos días de recreación y oración, y prepararse para la visita del Papa Francisco a Kazajistán, que será en septiembre.

Este festival estuvo interrumpido por dos años debido a las restricciones por la lucha contra el coronavirus. Esta vez, los jóvenes católicos volvieron a reunirse, y 60 de ellos pudieron vivir una experiencia de intercambio alegre e intensa. El objetivo principal del encuentro fue el redescubrimiento de la identidad cristiana y del sentido de pertenencia a la Iglesia. Los sacerdotes y animadores compartieron sus experiencias y ofrecieron temas de meditación, que luego desembocaron en debates en pequeños grupos y en la asamblea.

El objetivo final del Festival era desarrollar un programa conjunto de servicio social y caritativo en las parroquias y lugares donde viven los participantes. Todos propusieron iniciativas e ideas, mostrando mucha creatividad y un enfoque poco convencional de los temas. El resultado del trabajo de los grupos fue la presentación de 6 proyectos con sugerencias concretas e ideas de servicio orientado a los ancianos y los más abandonados, a los niños y las familias desfavorecidas y a los jóvenes en general. Los proyectos serán revisados en función de criterios profesionales, con el fin de definir los objetivos, contextos, grupos objetivo, los resultados deseados, la eficacia, el presupuesto disponible y el calendario de implementación.

Más allá de las reflexiones, el trabajo y los debates, los jóvenes tuvieron la oportunidad de disfrutar de la belleza de la naturaleza en Issyk-Kul, ya que el centro jesuita está situado a 100 metros de la orilla del "Lago Caliente" (este es el significado del nombre del lugar). Se trata de una enorme cuenca de agua salada situada entre las montañas Kungey Alatau, al norte, y las Terskey Alatau, al sur, que forman parte de la cordillera de Tian Shan. Es el segundo lago de montaña más grande del mundo, después del lago Titicaca, en Sudamérica. El distintivo del lugar, como su nombre lo indica, es la agradable temperatura del agua del lago, que no se congela ni siquiera en los inviernos más gélidos.

Una parte importante del Festival fue la prueba de montañismo de tres días. Para numerosos participantes fue un reto y una experiencia emocionante, tanto que muchos pidieron repetirla lo antes posible. Los padres jesuitas trabajan en Kirguistán desde los años 90, con una comunidad muy dinámica de misioneros experimentados y jóvenes, que se desplazan constantemente entre las comunidades de Asia Central y Siberia.

En julio, también se celebró en Issyk-Kul la primera sesión de la "Escuela Teológica de Verano en Asia Central" (Summer Theological School in Central Asia). El encuentro reunió a veinte participantes seleccionados por los Ordinarios locales y procedentes de Kirguistán, Uzbekistán y Kazajistán. Se ofrecieron cursos en lengua rusa sobre la Historia del Cristianismo en Asia Central, Introducción a la Teología Moral y a la Sagrada Escritura y Temas de Antropología Cristiana. Además de las conferencias académicas, los jóvenes accedieron a un fructífero intercambio de conocimientos, preguntas y opiniones. Estaba previsto que asistieran a la Escuela varios católicos de Tayikistán, que no pudieron participar debido a las tensiones en las fronteras entre Kirguistán y Tayikistán, pero se espera que puedan unirse a la próxima sesión.