Asia Bibi fue absuelta: una victoria para la sociedad civil
La madre cristiana fue declarada no-culpable de blasfemia, tras pasar nueve años en la cárcel. La sentencia “es la prueba de que ley es utilizada para resolver disputas personales”. Asia Bibi “ya no podrá seguir viviendo en su país”.
Islamabad (AsiaNews) – La absolución de Asia Bibi confirma dos cosas. La primera es que en Pakistán la ley sobre blasfemia es utilizada para resolver disputas personales. Y la segunda, es que la sangre de Salman Taseer –ex gobernador musulmán de Punjab- y Shahbaz Bhatti –ex ministro cristiano para las minorías-, ambos asesinados por haber defendido a la mujer cristiana, no fue derramada en vano. De ello están convencidos algunos activistas del Pakistán que dialogan con AsiaNews, comentando con alegría el veredicto de la Corte Suprema sobre el caso de Asia. Un veredicto que anteriormente se mantuvo en estado “reservado”, y que recién fue dado a conocer públicamente en la mañana de hoy. A continuación, publicamos sus comentarios.
El veredicto de hoy constituye un triunfo del estado de derecho en Pakistán. La Corte Suprema ha restablecido la confianza en el sistema judicial y en la justicia. Todos los cristianos son iguales [ante la ley], prescindiendo de cuál sea su credo religioso. La justicia se demoró, pero no fue denegada.
Dil Nawaz, investigador en la Interfaith Affairs Liverpool Hope University y en el Trustee of Hope Heritage
La decisión de la Corte Suprema, favorable a Asia Bibi, constituye la prueba de que la ley sobre blasfemia es utilizada contra las minorías religiosas para resolver disputas personales. El sistema judicial de los tribunales de instancias inferiores es realmente débil. La [primera] sentencia contra Asia fue fruto de las presiones de grupos extremistas. Es por eso que hay que apreciar la posición asumida por los jueces del Tribunal Supremo, que no se han doblegado ante las amenazas de los fundamentalistas del Tehreek Labbaik Pakistan (TLP) y de otras agrupaciones de este tipo. Lo más triste es que ella no podrá seguir viviendo en su patria a causa de las amenazas de muerte [que ha recibido]. Por otro lado, la cuestión no termina aquí, siendo que toda la comunidad cristiana vive bajo niveles extremos de amenaza, [que afectan] su vida, los lugares de culto y las propiedades. Todo está en peligro y se necesita que haya un Estado que haga respetar su rol y la ley.
Samson Salamat, presidente del Rwadari Tehreek (Movimiento inter-religioso por la tolerancia)
La absolución es una sentencia histórica. Apreciamos la decisión justa e imparcial de la Corte Suprema pakistaní. Lamentablemente, una mujer inocente ha perdido nueve preciosos años de su vida; tanto ella como su familia han soportado circunstancias terribles, por un crimen que jamás fue cometido. Esto constituye más que suficiente para exigir a las autoridades del país que se revea la ley sobre blasfemia. ¿Cuántas personas inocentes más deberán afrontar la barbarie de la prisión? ¿Cuántas familias más tendrán que sufrir los traumas que esto ocasiona? ¿Cuántas casas más terminarán reducidas a ruinas, y cuántas vidas inocentes habrán de perderse, cuántos niños más terminarán huérfanos antes de que el gobierno preste debida atención al abuso que se hace de estas leyes, y al modo en que éstas afligen, no sólo la vida de los cristianos, sino también la de los musulmanes?
Michelle Chaudhry, presidente de la Cecil & Iris Chaudhry Foundation
El tribunal supremo hoy da demostrado tener un gran coraje, al asumir esta posición sobre la justicia y las libertades civiles. De todas maneras, el veredicto podría tener consecuencias arrolladoras. Por ejemplo, Khadim Rizvi, el exuberante fomentador del odio [líder de la agrupación Tehreek Labbaik Pakistan, ndr], ha difundido advertencias amenazantes y está instalando un clima de miedo y anarquía. Al avivar los sentimientos religiosos, ellos pueden crear una situación de orden público que Pakistán difícilmente lograría controlar, teniendo en cuenta sus problemas financieros. Si bien la absolución brinda una pausa de alivio, ésta podría inyectar aún más sangre en las venas hinchadas de los extremistas. El gobierno no debiera ceder ante los que fomentan el odio, puesto que podrían aprovechar la ocasión para imponer su plan, que apunta a controlar el Estado. Los padres debieran estar más atentos a sus hijos, para que ellos no sean usados por estos extremistas, para llevar a término su nefasto proyecto de desestabilizar el país.
Hamza Arshad, docente y escritor
(Créditos del Video: Samson Salamat)