Ashkelon, una acompañante de Kerala entre las víctimas de los cohetes de Hamas
Soumya Santosh tenía 30 años y estaba cuidando a una anciana judía que también resultó muerta. Hay 12 mil trabajadores indios en Israel. Padre Nahra (Vicariato para los migrantes): "Los pobres son siempre los que más sufren en las guerras".
Tel Aviv (AsiaNews) - Estaba hablando por videollamada con su esposo en la India cuando uno de los cohetes disparados por Hamas impactó en el apartamento donde cuidaba a una anciana judía. Soumya Santosh, una asistente de 30 años de Kerala, murió ayer por la tarde en la ciudad israelí de Ashkelon. Murió instantáneamente por la explosión, en una guerra en la que se vio envuelta solo por buscar trabajo digno en otro país.
Soumya Santosh llegó a Israel hace siete años desde su aldea en el distrito de Idukki, donde dejó a su esposo y su hijo de 9 años. Es una situación común entre los muchos cuidadores y asistentes que trabajan en los hogares de ancianos en Israel. Cerca de 12.000 indios viven como trabajadores extranjeros en el país. Su condición es dura: la legislación no admite un derecho de residencia desvinculado del trabajo. Por eso, cuando la persona que atienden fallece, deben encontrar otro trabajo en pocas semanas o pasan a ser inmigrantes ilegales y corren el peligro de ser expulsados.
Soumaya estaba sirviendo en la casa de una anciana judía de más de ochenta años, y probablemente para permanecer a su lado no se trasladó a un lugar más seguro cuando sonaron las sirenas. Su esposo en India - con el que estaba hablando por videollamada - oyó un estruendo que cortó la comunicación. Soumya Santosh murió instantáneamente; la anciana a la que cuidaba fue trasladada al hospital pero también falleció a causa de las heridas.
El padre Rafic Nahra, vicario para los migrantes y solicitantes de asilo del Patriarcado Latino de Jerusalén, dice a AsiaNews: “Ella era hindú pero se había casado con un cristiano. Por eso algunas personas de nuestra capellanía india la conocían, aunque no participaba de las actividades”. El Vicariato para los Migrantes es uno de los pocos puntos de referencia para la comunidad india en Israel, donde hay muchos inmigrantes de Kerala. En los santuarios de Tierra Santa se celebran misas en lengua malaya y también en salas especialmente alquiladas, en las ciudades israelíes modernas donde no hay iglesias. En Ashkelon lo hacen cada tercer viernes del mes.
“La muerte de Soumya Santosh - sigue diciendo el padre Nahra - confirma que siempre son los pobres los que más sufren en cualquier guerra. Estas personas que han venido de países lejanos en busca de una vida mejor para ellos y sus familias suelen mostrar una gran lealtad con las personas mayores que les confían. No huyen, porque los aman. Y así como ocurre con ellas, en muchas otras situaciones son también los pobres los que no tienen dónde refugiarse cuando esos cohetes llueven del cielo ”.
También expresa amargura por lo que está ocurriendo entre Gaza e Israel: “Hay mucha rabia en este momento - comenta el padre Nahra - mucha violencia. Los jóvenes árabes salen a las calles para demostrar que no son ciudadanos de segunda clase en este país. Pero es una violencia que no tiene salida”.