Asesinatos y secuestros: las milicias rohingya siembran el terror en Cox's Bazar
El Arakan Rohingya Salvation Army ataca en los campos de refugiados con acciones cada vez más despiadadas contra sus opositores. Al igual que los refugiados, los agricultores locales también son víctimas de secuestros con fines extorsivos. Según las fuerzas del orden de Bangladés, asesinaron a 123 personas y secuestraron a otras 207 en los últimos cinco años.
Daca (AsiaNews) - Son cada vez más frecuentes los homicidios en los campamentos rohingya de Cox's Bazar, la zona de Bangladés en la frontera con Myanmar donde 1,2 millones de refugiados viven desde hace años en 33 campamentos. El 8 de enero los terroristas armados mataron a Mohammad Salim, un líder local, mientras que otro miembro de la comunidad rohingya, Abdul Basar, vive con el temor de ser el próximo objetivo. Declaró que lo habían amenazado por teléfono tras el asesinato de su amigo Ahmad Rashid. Abdul Basar vive en un lugar secreto para mantenerse a salvo.
Los refugiados rohingya denuncian que la organización armada Arakan Rohingya Salvation Army (ARSA) -la milicia independentista con base en Myanmar- actúa cada vez más abiertamente en Cox's Bazar, incluso con armas sofisticadas y granadas. Su escondite se encuentra en el campamento rohingya en la Línea Cero (la frontera entre Bangladesh y Myanmar) en la zona de Tumbru, donde a la policía de Bangladés le resulta imposible tomar medidas represivas.
El viernes pasado se encontró una granada en el campamento Balukhali 8 en Ukhia, distrito de Cox's Bazar, y arrestaron a un refugiado en la casa donde la habían ocultado. El capitán del destacamento de la policía local, Amir Zafar, declaró a los periodistas que la granada parecía provenir del extranjero, aunque no pudo precisar el país.
Al igual que los rohingyas, la comunidad local de Bangladés también se encuentra amenazada. Los terroristas construyen refugios en las colinas y en los bosques de Teknaf, secuestran a ciudadanos del país y piden rescate. Según las fuerzas del orden de Bangladés, hay entre 10 y 14 grupos de milicianos rohingya que se financian con el contrabando de yaba y oro en los campos de refugiados. Hace un año y medio, tras el asesinato del principal líder rohingya, Muhibullah, los terroristas fueron expulsados de los campos de acogida y se instalaron en las montañas y los bosques. Para obtener dinero, saquean las casas de la población local y secuestran personas por las que piden rescate. Cerca de 70.000 personas de 15 aldeas Teknaf viven aterrorizadas.
El último episodio fue el secuestro de cuatro campesinos de la zona de Lechuaprang en la mañana del 8 de enero. Tres de ellos fueron liberados a cambio de un rescate de 600.000 taka (unos 5.300 euros). Sin embargo el cuarto, Abdus Salam, sigue retenido como rehén: los secuestradores han pedido a la familia 1 millón de taka (casi 9.000 euros). Las fuerzas del orden han informado que en los últimos 5 años asesinaron a 123 personas en los campos de acogida de Ukhia y Teknaf y secuestraron a 207 rohingya para cobrar un rescate. Este aumento de la criminalidad está haciendo que acoger a los rohingya sea cada vez más impopular en Bangladés.
11/08/2022 12:51
30/01/2020 14:01