Asesinato de Ismail Haniyeh: reacciones desde Beijing hasta el Sudeste Asiático
Condena del asalto que provocó la muerte en Teherán del dirigente político de Hamás por parte de la República Popular China, que hace unos días había auspiciado un entendimiento entre las facciones palestinas. Silencio de India, atrapada entre los dos fuegos de las relaciones con Israel e Irán. Duro primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim: "Un crimen posible gracias a la impunidad absoluta en Gaza".
Milán (AsiaNews/Agencias) - El asalto con el que al amanecer de hoy ha sido asesinado en Teherán el jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh -desde hace casi veinte años uno de los hombres símbolo del movimiento- está provocando reacciones también en toda Asia. Junto con muchos interrogantes sobre las consecuencias que esta muerte - junto con la operación explícitamente "reivindicada" por Israel que abatió ayer en Beirut a Fuad Shukr, uno de los comandantes militares más importantes de Hezbolá - puede tener en el actual conflicto de Medio Oriente. Es evidente el riesgo de una ampliación del conflicto, ya que el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ya ha hablado del "deber de venganza" y de un "duro castigo" a Israel.
También es evidente el debilitamiento de las perspectivas de alto el fuego en Gaza en este contexto, así como el mayor fortalecimiento en las filas de Hamás de la figura de Yahya Sinwar, que ya no tendrá que contar con una figura muy cercana al fundador Ahmed Yassin y que en los últimos años había estado en el centro de la red de relaciones internacionales del movimiento. Al igual que el hecho de que fuera asesinado en Teherán al día siguiente de asistir a la toma de posesión del nuevo presidente iraní, Masoud Pezeshkian, reduce el margen de maniobra de este exponente reformista, recompactando a la cúpula iraní.
En este escenario, China -que hace pocos días había promovido en Beijing un entendimiento entre las distintas facciones palestinas, con la participación también de una delegación del movimiento islamista que controla la Franja de Gaza desde 2006- estigmatizó duramente la operación que, aunque sin confirmación oficial, todos creen que fue llevada a cabo por Israel. "Estamos muy preocupados por el incidente y nos oponemos firmemente y condenamos el asesinato", dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores de Beijing, Lin Jian. "Nos preocupa profundamente que este incidente pueda provocar una mayor inestabilidad en la situación regional", añadió, y volvió a pedir "un alto el fuego completo y permanente lo antes posible para evitar una mayor escalada del conflicto y los enfrentamientos."
La diplomacia india guarda silencio por el momento sobre el asesinato de Haniyeh, atrapada entre los dos fuegos de las relaciones que Modi ha construido con Israel en los últimos años y las igualmente importantes con Irán. Y es significativo que los sitios de noticias indios, al informar de la noticia del asalto, subrayen el hecho de que en la toma de posesión de Pezeshkian, ayer, el líder de Hamás estaba en el mismo escenario que Nitin Gadkari, el ministro del gobierno de Modi enviado para representar a Nueva Delhi en la ceremonia.
Muy dura fue, sin embargo, la reacción de Anwar Ibrahim, primer ministro de Malasia, un gran país de mayoría musulmana del sudeste asiático. "Está claro que este crimen sólo podría haberse cometido en un entorno de absoluta impunidad", dijo refiriéndose a los casi 40.000 palestinos muertos en Gaza desde el comienzo del conflicto. "Los detractores que me criticaron por reunirme con Ismail Haniyeh en el pasado -añadió Anwar- no apreciaron el profundo deseo de Haniyeh de un Oriente Medio en paz y una nación palestina restablecida en su legítima dignidad. Lamento la pérdida de un querido amigo y de un valiente defensor de su pueblo".
( con la colaboración de Joseph Masilamany)