Arzobispo de Bangkok: promover las vocaciones, tarea de todos los cristianos

de Weena Kowitwanij

El mensaje de Mons. Francis Xavier, Kriengsak Kovithavanij para la 54° Jornada de oración por las vocaciones. La familia “es la primera institución que sirve para educar en el discernimiento, tan importante en la sociedad de hoy”. Parroquias, catequistas, sacerdotes y obispos: todos den su propia contribución para el crecimiento de la iglesia tailandesa.

Bangkok (AsiaNews)- Todos los católicos que son discípulos de Cristo tienen la obligación de promover las vocaciones. Es el tema del mensaje que Mons. Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij, arzobispo de Bangkok y presidente de la Comisión episcopal para la atención pastoral de los cristianos, publicó en ocasión de la 54ta Jornada mundial de oración por las vocaciones.

El arzobispo recuerda los frutos de la Asamblea general de la iglesia tailandesa, que se realizó en 2015: “Cada cristiano -escribe- es hijo de Dios, y a través del bautismo se convierte en parte del Cuerpo místico de Nuestro Señor y de este modo, en templo del Espíritu Santo”. Por eso, continúa, “esto deriva en que los cristianos deben conducir una vida madura y ser testigos de la unidad en Cristo para nuestros hermanos y hermanas”.

Promover la vocación, tanto laica como religiosa, es un deber de todo cristiano: “Por esto -escribe el arzobispo- invito a todos los católicos a prestar una atención especial a este aspecto, en este momento en el cual los desafíos de la Iglesia son más grandes que nunca”. La familia “es la primera institución que sirve para formar la vocación, seguida por la parroquia y por la participación en la vida de la Iglesia. Los enseñantes y aquellos que participan en la formación de los jóvenes deben alimentar y sostener la atención de las vocaciones con libertad”. Del mismo modo, “los sacerdotes deben ser ejemplo de discípulos dedicados a una vida de alegre disponibilidad, trabajando en fraternidad y con una atención hacia los más pequeños”.

También la figura del obispo, subraya mons. Kovithavanij, es importante para alentar las vocaciones. Él debe comportarse como un padre y asistir en todo modo posible a aquellos que están llamados al sacerdocio”. Esta forma particular de vocación, afirma el arzobispo, "es más necesaria que nunca por las condiciones en las que se encuentra la sociedad, que pone en crisis la formación religiosa". Por eso, invito a todos los católicos a darse cuenta de cuán importante es educar a los niños en el cristianismo, para que amen a Dios y aseguren un futuro a la Iglesia y a su obra pastoral”.

Como conclusión del mensaje, el arzobispo confía algunas tareas a la realidad de la iglesia tailandesa: “Que las comunidades parroquiales recen por las vocaciones y sean testimonio vivo de la fe […]. Que las familias se dispongan a sacrificarse en sostener las vocaciones y a responder de manera adecuada […]. Que los seminaristas, los sacerdotes y los obispos estén preparados para modificar las modalidades de la pastoral de modo que éstas sean apropiadas a los tiempos, e interesen a las personas”.