Arriesgar la vida para llevar el cristianismo a Corea del Norte
Son decenas los “misioneros de frontera”, activos con compromisos sociales y de evangelización. Al menos 10 fueron asesinados, y se sospecha de Pyongyang. Otros fueron expulsados o arrestados en China. El recuerdo de Han Chung-ryeol, “mártir” de Changbai.
Beijing (AsiaNews/AP)- En la frontera entre China y Corea del Norte, decenas de misioneros de frontera arriesgan su propia vida para ayudar a las personas que están del otro lado de la frontera y para difundir el Evangelio. En su mayor parte, son surcoreanos, algunos de ellos de etnia coreana y viven en China desde hace generaciones.
Sus vidas están continuamente en riesgo: en los últimos años, 10 misioneros murieron en circunstancias misteriosas, como lo refiere el Rev. Kim Kyou Ho (en la foto), director del Chosen People Network, un grupo cristiano que obra desde Seúl. Son delitos de los cuales Corea del Norte es sospechada. Otros centenares de misioneros fueron en cambio encarcelados o expulsados de China, que prohíbe el proselitismo a los extranjeros.
Una de estas misioneras, una mujer sino-coreana que pidió el anonimato para tutelar su propia familia, afirma de haber sido monitoreada ya sea por las autoridades chinas como las norcoreanas, pero que tiene como intención continuar con su compromiso. “Ruego siempre y estoy con Dios, por lo tanto no tengo miedo”, dijo.
Los misioneros de frontera ayudan a los visitadores norcoreanos, dando hospitalidad o refugio y en cambio piden a ellos de memorizar algunas oraciones o plegarias. Algunos de ellos convertidos y más confiables vuelven a Corea del Norte para compartir lo que han aprendido, a veces llevando con ellos Biblias. Imposible saber qué sucederá a ellos una vez que vuelvan a su patria. Desde el exterior, no hay indicaciones que el cristianismo haya crecido en manera significativa en el Norte, que por su parte acusa al servicio de inteligencia de explotar a los misioneros para obtener informaciones sobre el programa nuclear norcoreano. Son al menos dos los pastores surcoreanos detenidos por Corea del Norte con esta acusación.
Si oficialmente el régimen socialista garantiza la libertad religiosa a sus 24 millones de habitantes, en realidad las personas involucradas en la distribución de textos sagrados y en la red de Iglesias subterráneas son arrestadas o ajusticiadas. El Norte tiene 5 iglesias reconocidas por el gobierno de Pyongyang, según los críticos son una pantalla falsa para los turistas extranjeros.
Uno de los misioneros y pastores asesinados en circunstancias misteriosas es el Rev. Han Chung-ryeol, pastor chino de descendencia coreana, jefe de una Iglesia en primera línea en la ciudad de frontera de Changbai. Él fue asesinado a golpes de hacha en abril de 2016.
Corea del Norte negó estar involucrada en el homicidio del pastor, si bien haya informado con una carta a la oficina de Asuntos religiosos de Changbai de haber arrestado a un diácono de la iglesia de Han, Zhang Wenshi, y de haberlo condenado a 15 años de trabajos forzados por haber conspirado junto a Han para evangelizar a los norcoreanos, facilitar l deserción de ellos y subvertir el gobierno de Pyongyang. Ya desde los años 90, Han estaba comprometido en la evangelización de Corea del Norte y había dado hospitalidad y ayuda a miles de norcoreanos, convirtiendo a centenares al cristianismo. Según algunas fuentes, Han habría ayudado también a algunos norcoreanos a escapar del país. Algunos desertores lo habrían advertido sobre los riesgos a los cuales iba al encuentro: Han estaba en la cima de la lista negra de los más buscados por Pyongyang. Los fieles que él acogió lo recuerdan aún en un cartel pegado en el portón de ingreso de la iglesia de ladrillos rojos, en Chnagbai: “¡Mártir y pastor, Han Chung-ryeol es nuestro orgullo!”.