Ankara pronta para invadir Siria. Mons. Nassar: en los niños el drama de la guerra
Las tropas turcas están por lanzar una importante ofensiva al este del Éufrates. En la mira las fuerzas kurdas YPG, protagonistas de la lucha contra el Estado islámico. Vía libre de Washington para la operación. Arzobispo maronita de Damasco: Una infancia entre angustia, amargura y preocupación.
Damasco (AsiaNews) - Turquía está preparada para lanzar una imponente ofensiva militar “al este del Éufrates, con el objetivo de crear una zona segura en el norte del país y favorecer el retorno, en modo voluntario- de los refugiados sirios hoy tras las fronteras. Pero, el verdadero de las tropas de Ankara-que parece haber recibido el nulla osta de los EEUU, que en breve iniciarán las operaciones para el retiro-son las fuerzas kurdas del YPG, protagonistas de la lucha contra el Estado islámico (EI. ex ISIS) al lado de los EEUU.
Esta mañana el presidente Recep Tayyip Erdogan declaró que no tolera más “las amenazas de los grupos terroristas (leer los kurdos) y “pronto entrará dentro de territorio sirio”. Las palabras del líder de Ankara llegan al terminar un coloquio con el inquilino de la Casa Blanca, durante el cual se discutió sobre la operación. Al respecto, Donald Trump precisó que “las fuerzas estadounidenses no sostendrán, ni estarán involucrados en la operación y las tropas de EEUU no estarán más en las inmediatas cercanías”.
Después de la ofensiva del ejército de Damasco- apoyada por el aliado ruso- en Idlib, último bastión de grupos rebeldes y yihadistas en el país, la anunciada operación militar de Ankara arriesga iniciar un nuevo frente de crisis, agravando la emergencia humanitaria. Una situación que preocupa a las organizaciones humanitarias y pro derechos humanos, mientras que las diplomacias internacionales miran con atención al encuentro de fin de mes del neonato Comité constitucional.
Sobre el drama de la población siria y las consecuencias para los niños, primeras víctimas del conflicto, AsiaNews recibió un testimonio del arzobispo maronita de Damasco, Mons Samir Nassar. A continuación lo que ha escrito:
Una mirada inquieta
El drama sirio se lee en toda su importancia en la mirada de los niños, que reflejan lo vivido tan duro y amargo.
estos niños, nacidos y crecidos durante la guerra, nos dicen muchas cosas sobre el calvario durísimo que tuvieron que soportar a la fuerza. Ya desde hace 9 años, con escasas ayudas o casi nulas.
Antes del inicio de las violencias, en 2011, los niños sirios miraban la vida con gran alegría y esperanza: ahora los mismos rostros expresan angustias, amargura y preocupación.
Angustia: delante de la muerte de los padres, de los amigos y de los vecinos. La desestabilización continua de la vida cotidiana y las olas que continúan un éxodo forzado. Angustia frente a la enorme violencia sin misericordia y la inestabilidad cotidiana.
Amargura: en la mirada de los niños, delante de la indiferencia del mundo entero, al olvido, al abandono. La falta absoluta de solidaridad, delante de las miserias y de la enorme pobreza. Amargura pensando en las escuelas en ruina, al colapso del sistema educativo que sofoca los sueños de estos niños.
Preocupación: frente a la extrema incertidumbre por el futuro, a la falta de perspectivas, al multiplicarse los problemas sociales que dividen y destrozan a las familias ya de por sí frágiles y debilitadas por la crisis económica, por la falta de perspectivas futuras. Por la marginación de cuantos están entre los más pobres de la tierra. ¿Qué les queda para su futuro?
¿Qué podemos hacer para restituir la sonrisa a los rostros de estos niños? ¿Cómo podemos curar sus heridas y permitir a estos corazones tan puros olvidar las pesadillas de una guerra tan cruel? ¿Quizás deberíamos decirles que hagan morir la esperanza, pobres almas inocentes?
Esta cuestión se vuelve una prioridad, que todas las personas de buena voluntad deben afrontar y tratar de resolver. A esto, es necesario agregar una verdadera pedagogía del perdón, para asegurar una real reconciliación y perdón entre todas las partes.
“Dejen que los niños vengan a mí…” Mt 191,14.
* Arzobispo maronita de Damasco
17/12/2016 13:14
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