Ampara, una mezquita y varios negocios incendiados por cingaleses

de Melani Manel Perera

Los enfrentamientos se iniciaron luego de que se difundiera la noticia de que en un hotel gestionado por musulmanes se servían comidas mezcladas con píldoras contra la fertilidad. En 2017 aumentó el nacionalismo budista.

Colombo (AsiaNews)- Una mezquita y varios negocios de propiedad de musulmanes fueron incendiados en Ampara, en la parte oriental de Sri Lanka. El elemento que desencadenó la rabia contra la minoría islámica fue la noticia de que en un hotel dirigido por un musulmán se había servido a los cingaleses comida “drogada” con píldoras contra la fertilidad.

Los enfrentamientos se iniciaron durante la noche del lunes pasado (26 de febrero). En base a la reconstrucción de los hechos brindada por las agencias de prensa, un grupo de jóvenes cingaleses ebrios habrían entrado al Hotel Cassim, en la zona de D.S. Senanayake Veediya, de propiedad de un fiel musulmán. Allí el grupo habría obligado al cajero del hotel a confesar que en el restaurante se servía a la mayoría cingalesa comida que había sido alterada con píldoras, para provocar la esterilidad.

La furia ciega de la multitud atacó el lugar de culto islámico, negocios y vehículos estacionados en las calles. Ni siquiera la intervención de la policía logró contener la rabia. Sólo con la llegada de un comando especial del ejército, pudo restablecerse la calma en el lugar.

El episodio de violencia religiosa sucede pocos días después del informe anual de Amnesty International sobre el “Estado de los derechos humanos en el mundo 2017-2018”. El documento evidencia que el año pasado en la isla se asistió a “un aumento del sentimiento nacionalista budista, incluso con ataques contra cristianos y musulmanes”.

Sri Lanka aparece en la lista de los países más inseguros para los musulmanes. Después de una veintena de ataques contra los musulmanes y sus propiedades, en 2017 los exponentes de la diplomacia internacional también condenaron los hechos de violencia y pidieron al gobierno proteger los derechos de las minorías y la libertad de religión. En la isla, los musulmanes son cerca del 9% de la población total, compuesta por 21 millones de habitantes. El 70% de los esrilanqueses profesa el budismo, un 13% el hinduismo (y el 7,4% el cristianismo, ndr).