Alepo: el éxodo de los 100.000 kurdos, tercer frente de la guerra entre los rebeldes y Assad
Desde Sheikh Maqsoud y Ashrafieh hasta Tel Rifaat, las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) se ven obligadas a replegarse ante el avance de los milicianos proturcos. Activistas, críticos respecto de las promesas de "inclusión" de las que ha hecho alarde hasta ahora el HTS. En el frente del conflicto, las fuerzas del gobierno, con la ayuda de las milicias aliadas, está tratando de rechazar el avance hacia Hama.
Damasco (AsiaNews) – En la ofensiva que lanzaron los grupos rebeldes y de la oposición contra el ejército del presidente Bashar al-Assad, encabezada por los milicianos de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) que ya conquistaron Alepo y ahora apuntan a Hama (y Homs) con el objetivo final de Damasco, se ha abierto un tercer frente: el de los kurdos. La caída de la segunda ciudad en importancia del país, que alguna vez fue la capital económica y comercial, ha empujado a decenas de miles de kurdos sirios a huir hacia el este en busca de refugio, con el temor de tener que abandonar tierras y aldeas que desde hace años consideraban su hogar. Las propias fuerzas kurdas también están en juego, comenzando por las Unidades de Protección Popular (YPG) vinculadas al PKK, un grupo armado que lleva diez años peleando contra Turquía, desde hace años el principal partidario y financiador de los grupos sirios que lideran el levantamiento.
Antes de la ofensiva, más de 100.000 kurdos vivían en Sheikh Maqsoud y Ashrafieh, barrios de Alepo que junto con Tel Rifaat, Tel Aran y Tel Hassel eran los principales centros donde se distribuían las comunidades minoritarias. Esas zonas están controladas desde hace años por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), pero estas se han visto obligadas a retroceder este fin de semana debido a la ofensiva de los grupos liderados por el Syrian National Army (SNA), vinculado a Ankara, que llegó a capturar incluso Tel Rifaat, obligando a la población a abandonar la zona.
Muchos de los kurdos que se replegaron hacia el este durante la noche del 2 de diciembre habían sido desplazados en 2018 de Afrin, 30 km al oeste, cuando la ciudad cayó en manos de las fuerzas antigubernamentales. Desde entonces, han estado dispersos en centros de acogida informales en Tel Rifaat, arrebatada a los rebeldes sirios dos años antes por los combatientes kurdos a los rebeldes sirios con la posterior fuga de los árabes hacia Azaz, controlada por Turquía. Ahora estos árabes, que en un tiempo eran desplazados, pretenden regresar a sus aldeas y ciudades de origen, desencadenando el contra-éxodo de 120 mil kurdos - muchos originarios de Afrin - que se trasladaron en convoy hacia Tabqa.
Bassam Alahmad, referente de Sirios por la Verdad y la Justicia, un grupo que documenta las violaciones de los derechos humanos, se muestra escéptico sobre las garantías y el lenguaje inclusivo que han utilizado hasta ahora los líderes del HTS. "No creo que el futuro depare nada positivo para la diversidad en esta región", explica el activista, según el cual "intentarán imponer su dominio a todos", aunque añade que el gobierno de Assad "no es necesariamente mejor". Es importante - concluye - señalar que ni el proyecto del régimen ni el del HTS ofrecen protección, democracia o un futuro positivo ni para las minorías ni para todos los sirios".
Desde que comenzó la revolución siria en la primavera de 2011 y la posterior guerra civil, las milicias kurdas han sido capaces de mantener un cierto equilibrio que les ha permitido no dejarse involucrar directamente en la guerra contra Damasco, aunque sin pasarse al bando del Gobierno. Ahora las SDF tienen que hacer frente a la ofensiva por el flanco occidental, con el riesgo de perder terreno ante el avance de las fuerzas pro-turcas.
En el pasado, el régimen había confiado a los kurdos algunos puntos clave y centros estratégicos, entre ellos el aeropuerto internacional de Alepo, ahora en manos de los rebeldes, y existe un fuerte riesgo de que se reanuden los ataques de las células (hasta ahora inactivas o en gran medida limitadas) del Estado Islámico (EI, antes ISIS) u otros grupos yihadistas. Según el último informe de monitoreo de la amenaza del ISIS que se presentó ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el grupo mantiene una fuerza de unos 3.000 combatientes a ambos lados de la frontera sirio-iraquí, aunque el mando central se concentra en Siria.
Por último, en el frente del conflicto se registraron intensos ataques aéreos y la llegada de refuerzos para las filas gubernamentales que, durante la noche, lograron hacer retroceder a los rebeldes hasta las afueras de Hama, cuyo control podría ser decisivo para la supervivencia del propio Assad. Ayer los milicianos habían llegado a las afueras de la ciudad, que se encuentra a un tercio del camino entre Alepo y Damasco. Hablando ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el enviado para Siria, Geir Pedersen, advirtió que la situación es "extremadamente fluida y peligrosa", y agregó que Siria corre el riesgo de "mayor división, deterioro y destrucción". Y cualquier reanudación prolongada de los combates podría desestabilizar aún más una región ya afectada por los conflictos en Gaza y el Líbano.
01/09/2021 15:28
05/12/2016 09:48