Al borde de la bancarrota, Kim Jong.un escribe a Seúl: Basta de hostilidades
Seúl (AsiaNews). El régimen nord-coreano envió una insólita carta al gobierno de Seúl para pedir "cumplir juntos" pasos hacia la reconciliación, "poner un freno" a los actos hostiles de naturaleza militar y "reabrir lo antes posibles" los canales de comunicación sobre el paralelo 38. La misiva se embistió con la posición del sur, que respondió pidiendo. "hechos, no palabras".
Según los media de ambas naciones, la carta fue enviada el pasado 16 de enero. La firma es aquella de la Comisión nacional para la defensa, el más alto organismo gubernamental de Pyongyang y habría sido redactada "bajo la supervisión" del nuevo dictador, el joven Kim Jong-un. "Las cosas realmente importantes- se lee en el texto- son aquellas que miran a interrumpir el clima de desconfianza y de confrontación militar. Ya hemos decidido en manera unilateral de frenar toda acción que pueda incrementar la tensión".
Sin embargo, concluye la carta, "es un pecado constatar que las autoridades sud-coreanas permanecen firmes en sus posiciones y sus propias actitudes negativas. Seúl debería dudar, mal interpretar y tirar con demasiado apuro nuestra importante y sincera propuesta". Wi Yong-seop. Vocero del ministerio sud-coreano de Defensa, comentó. "La cosa más importante en la táctica militar es entender cuáles sean los motivos escondidos por el enemigo. Las tensiones nacieron por las provocaciones militares del norte y la situación se puede resolver si terminan con las amenazas y con la retórica hostil".
Analistas y expertos del País gobernado por los Kim, la última dictadura de contenido stalinista en el mundo, están aún ocupados en descifrar el mensaje contenido en la carta abierta. Todos subrayan la importante ausencia de los acostumbrados insultos dirigidos al Sur: "muñecos de los americanos", "traidores de la patria", "burgueses corruptos y decadentes". Pero muchos agregan también que el texto llegó a pocas semanas del inicio de las anuales entre el Sur y los EEUU.
La edición del pasado año de estos "war games" (realizados en marzo 2013) desencadenó una furibunda reacción de Pyongyang, que abrió una escalada de tensión llegando a amenazar las bases americanas en Guam y en las Hawai de un ataque de misiles. Hoy algunos expertos retienen que, si las ejercitaciones debería realizarse como programado, el norte tendría la "excusa perfecta" para reaccionar con la fuerza, acusando a Seúl de "haber ignorado deliberadamente" la oferta de paz presentada en la carta.
Según una fuente de AsiaNews, que trabaja en estrecho contacto con los exilados del Norte, hay otro aspecto que vale la pena subrayar: "El régimen de Pyongyang terminó el dinero, o si no los terminó está muy cerca de la bancarrota. Quien tiene que ver con eso lo sabe, lo ve: las estructuras son siempre más carentes y hasta los militares, un tiempo la elite del País, parece estar viviendo lo peor. Kim necesita ayuda económica y sabe que esta puede llegar sólo con una distensión con el Sur".
El gobierno de Seúl siempre tuvo un programa de apoyo a la población nord-coreana. Remedios, alimentos de base y proyectos de recuperación pasan a través de Ong y sobre todo por organismos de la Iglesia católica y por las denominaciones protestantes, que en manera gratuita se ocupan de niños abandonados, poblaciones rurales y enfermos de tuberculosis (lamentablemente endémica en el Norte).
Además va considerado el flujo de dinero que llega a través del turismo sud-coreano al monte Kumgang- una de las tres "montañas sagradas" de la península- y lo representado por las donaciones hechas por los familiares del Sur a los parientes que quedaron en el Norte. Las provocaciones militares de los Kim han interrumpido este flujo, que en este último año se repartió sobre todo después de las aperturas concedidas por el régimen a los voluntarios que van al Norte.
La alternativa- explica aún la fuente- es aquella que se pueda convertir en una provincia china. El principal sponsor de Pyongyang, Beijing, se cansó de tirar dinero y pidió al régimen abrir Zonas económicas especiales y canales de inversión del extranjero. Pero obrando así, el régimen haría desmoronar la imagen del dictador hasta a los ojos de sus propios connacionales".
Quien se ocupaba de las relaciones entre China y Corea del norte era Jang Song-taek, tío del joven Kim Jong-un, que fue también el referente por parte nord-coreana del proyecto conjunto chino-coreano de abrir una "Zona económica especial" en el norte del País- Pero el 8 de diciembre pasado el sobrino lo condenó a muerte por "traición", cortando de hecho los puentes con el antiguo aliado y sostenedor.