Adviento en Orissa, "Cristo transforma los ordinario en extraordinario"
Balasore (AsiaNews)- El alegre tiempo del Adviento está a aquí. Este consiste en las 4 semanas antes de Navidad, en el cual nos preparamos para el nacimiento de Jesús. Este tiempo celebra también el retorno de cristo, cuando volverá triunfante entre nosotros. Y porque este tiempo pone el acento sobre la venida de Cristo y no sólo su nacimiento, es mucho más que prepararse para la Navidad. Es un tiempo penitencial, pero no está asociado al rigor de la Cuaresma. Sin embargo, el Adviento nos recuerda que la cuestión no es si Jesús volverá a juzgar a la tierra sino cuándo.
Antes del S. VII, la Navidad era una fiesta secundaria, sobre todo en Roma; pero cuando comenzó a asumir siempre más importancia, así también el tiempo de Adviento evolucionó en modo simple. El Adviento se convirtió en solemnidad y su sentido cambió. De ser un tiempo de preparación a Navidad, se convirtió en un momento para mirar al glorioso retorno del Señor, y ahora los domingos de Adviento reflejan esta doble prospectiva de espera para la segunda venida de Jesús (primero y segundo domingo) y la preparación inmediata para la fiesta de Navidad (tercer y cuarto domingo).
La Iglesia católica reasume el Adviento diciendo: "La Iglesia, celebrando en comunión con una larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles llegan al ardiente deseo de su segunda venida".
La primera intervención de Dios en nuestra historia no fue bajo forma de cualquier evento instantáneo o sorprendente; en cambio, Dios eligió venir al mundo como todos nosotros, nacer como un niño en un mundo lleno de caos. Visto en nuestro contexto cultural, esto parece ser un modo muy "llano" de traer la salvación al mundo. Pero Dios no puede elegir siempre la respuesta fácil o el remedio más rápido. Sin embargo, con su encarnación terrena Él demuestra una dedicación total y profunda para el género humano- por sus desafíos y sus costumbres (que enfrenta) día tras día, desde la cuna hasta la tumba y más allá. Y en el mismo modo en el cual se encarnó, Dios viene a nosotros cada día a través del Espíritu Santo, a través de su Palabra y su Sacramento, haciendo extraordinario lo ordinario; volviendo entero lo que estaba roto; y salvando y reponiendo el pasado, el presente y el futuro, cualquier cosa hayan hecho.
Este es un mensaje claro en las lecturas bíblicas del Adviento. Historia, mito, fe y símbolo se unen para crear una visión, cuya fuerza no está en el tratar de entender los detalles de la segunda venida de Cristo, sino en el tomar un muestra del mensaje de salvación y en el completar la sanación. No debemos pasar nuestro tiempo preocupándonos en saber cuándo llegará Dios o distraernos por lo que nos podrá suceder mientras tanto. El Reino de Dios ya hizo su irrupción en nuestro mundo a través de la encarnación, la muerte y la resurrección de Cristo. Su Reino ya llegó, pero no se realizó plenamente. Tenemos que estar despiertos, vigilantes y conscientes, y estar listos para la venida final, que podría suceder en cualquier momento en el cual el amor de Dios es compartido en un mundo tan desesperadamente necesitado de ese amor. Es a través de nosotros, y a través de aquella Iglesia tan imperfecta que lleva su nombre, que su amor y la gracia continúan viniendo y difundiéndose, en Adviento y durante el año cristiano que se abre adelante, mientras miramos su venida en gloria.
Existen tantas cosas de las cuales gozar durante el Adviento, las guirnaldas que adornan nuestras iglesias donde hay 4 velas para encender cada Domingo y una blanca el día de Navidad, así debemos hacer para recibir a Jesús en nuestras vidas. ¿Estamos listos para la llegada de Jesús?
*Obispo de la diócesis de Balasore, Orissa
(Colaboró Santosh Digal).
23/12/2015