Adel Misk: Cisjordania es el nuevo frente en la guerra de Netanyahu en Gaza

de Dario Salvi

El ejército israelí lanzó la Operación “Muro de Hierro” en Yenín, dejando cerca de diez muertos y 35 heridos. En Tel Aviv, un atacante con cuchillo hirió a cuatro personas y luego lo mataron. El general Herzi Halevi anuncia su renuncia (por los hechos del 7 de octubre) y pide una investigación independiente. Activista palestino: “Cierre total” por la parte israelí, la zona está “bajo asedio” y “quieren ajustar cuentas”.

Milán (AsiaNews) - En Cisjordania "se ha abierto un nuevo frente" del conflicto que los israelíes han lanzado contra los palestinos, que va desde Jenin, que ayer fue teatro de una imponente operación militar bautizada como "Muro de Hierro", hasta Jericó , que está "bajo asedio". Estamos asistiendo a un cierre casi total, con bloqueos de las principales ciudades, entre ellas Belén, Hebrón y Nablus, que ya se encuentran aisladas e imposibilitadas de comunicarse entre sí". Adel Misk, neurólogo y representante de la sociedad civil palestina, describe a AsiaNews el ataque que llevaron a cabo ayer el ejército y las fuerzas de seguridad israelíes, que "dejó al menos 10 muertos". “Lleva horas, incluso a pie, ir de una a otra”, dice, “y pasar los puestos de control”.

“[Los principales referentes del gobierno israelí] han dicho claramente que se ajustarán cuentas con Cisjordania, para eliminar cualquier forma de resistencia, sobre todo en los campamentos palestinos comenzando por Jenin”, y se convertirá toda la zona “en una segunda Gaza”, explica Adel Misk. “La excusa - prosigue - es impedir los suministros iraníes, pero es sólo un pretexto para continuar lo que todavía no han terminado en la Franja” y que la tregua que se firmó en estos últimos días sólo se ha congelado. “Demoler la influencia iraní en la zona, como ocurrió en Siria con la caída de Assad, en el Líbano con el debilitamiento de Hezbolá y después Hamás en Gaza”.

Durante más de un año los ojos de la comunidad internacional estuvieron centrados en Gaza (o Siria y el Líbano) y lo que ocurría en Cisjordania “se consideraba marginal” con respecto al cuadro general, explica el médico y activista palestino. En realidad, “siempre hubo operaciones del ejército y ataques a los colonos, pero pasaban desapercibidos porque la Franja concentraba la atención por el número de muertos, la devastación, la eliminación constante del mayor número posible de palestinos y de sus recursos. Por otra parte - dice - los 15 meses de asedio y el bloqueo de suministros han agravado la emergencia. “Y hoy los que tratan de volver a su lugar de origen ni siquiera reconocen sus casas, sus barrios, no consiguen orientarse porque todo está destruido”.

Si en Gaza se intenta preservar la frágil tregua que firmaron Israel y Hamás con el intercambio de rehenes israelíes y prisioneros palestinos, parece haber recuperado fuerza el control del ejército del Estado judío sobre la población de Cisjordania, cada vez más aislada. La operación “Muro de Hierro” ya ha causado diez muertos y más de 35 heridos. Analistas y expertos consideran que es la "compensación" del primer ministro Benjamin Netanyahu a la derecha religiosa y radical, en primer lugar los ministros de Finanzas, Bezalel Smotrich, y de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir. “Este último es el responsable - dice Adel Misk - de la verdadera invasión de armas, con jóvenes apenas mayores de edad que circulan armados con ametralladoras, incluso en los centros comerciales. Al menos hay 200.000 personas armadas, incluso los operadores de la Cruz Roja tienen ametralladoras y rifles. “Éste es el sueño de Israel - comenta -: de invadir Gaza y crear colonias y, al mismo tiempo, controlar Cisjordania, que ya está rodeada por decenas de asentamientos, colonos y bandas armadas”.

Mientras tanto, anoche en Tel Aviv se vivieron momentos de pánico cuando un terrorista apuñaló a cuatro personas antes de ser “neutralizado” [el término que se utiliza para anunciar que lo mataron, ndr.] por las fuerzas de seguridad israelíes. Según el Times of Israel, el atacante era un turista marroquí de 29 años con residencia en Estados Unidos, que había sido interrogado en el aeropuerto Ben Gurion a su llegada, pero no había surgido ningún motivo de preocupación, según los informes del Shin Bet (servicios secretos). Aparentemente el hombre sacó su arma y comenzó a apuñalar a la gente, antes de que los agentes que se encontraban cerca le dispararan. Al menos una de las personas heridas se encontraría en estado grave, con cortes profundos en el cuello.

Ayer también se conoció la noticia de la dimisión a partir del 6 de marzo del jefe del Estado Mayor israelí, el teniente general Herzi Halevi, el funcionario más importante que ha dejado el cargo tras el ataque del 7 de octubre de 2023. También presentó la renuncia el mayor general Yaron Finkelman, jefe del Comando Sur de Israel, que supervisa las operaciones en Gaza. Al asumir la responsabilidad por las fallas en la defensa que permitieron el ataque de Hamas y la muerte de 1200 israelíes (y extranjeros), y desencadenaron el conflicto en la Franja que ya ha causado 47 mil víctimas, él espera que su renuncia favorezca una investigación externa e independiente de los hechos. Una investigación que Netanyahu siempre ha rechazado y boicoteado, añadiendo que no tiene nada que disculparse ni rendir cuentas.

Adel Misk, ex responsable de The Parents Circle, una asociación que reúne a varios centenares de sirios y palestinos familiares de víctimas del conflicto, señala que "todo está conectado, desde Gaza hasta Cisjordania", mientras que el gobierno israelí "busca pretextos para reanudar la guerra”. “El acuerdo se divide en tres fases – continúa – y llegará hasta el verano, salvo que se interrumpa antes. Es demasiado frágil y de largo plazo para tenerle confianza, pero esperamos que salga bien”. En este momento, afirma, "es difícil pensar en un futuro, incluso cercano, porque todavía quedan por ver los movimientos del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de la administración estadounidense" en un contexto en el que la solución de los dos Estados parece cada vez más remota. Como telón de fondo, los dirigentes palestinos siguen aferrados a las “promesas” de los mediadores árabes, de Qatar o de Arabia Saudita, que deben “fijar el precio para la normalización con Israel”. Lo que es seguro - concluye - es que después de 15 meses la verdadera víctima es el pueblo palestino, para quien el futuro no promete nada bueno” y la situación, desde Ramallah hasta Gaza, “puede empeorar en cualquier momento”.