Activistas israelíes: al-'Esawiyah, ejemplo ‘extremo’ de la política de ocupación

Un reporte de B’Tselem, difundido hoy, expone que el objetivo es llegar a la máxima expansión, a pesar de las consecuencias “durísimas” para los palestinos. Los habitantes del área, vistos como “objetos”. Los operativos y allanamientos de la policía, para justificar la represión pro-anexión.

Jerusalén (AsiaNews) - La aldea palestina de al-'Esawiyah, situada en los alrededores de Jerusalén Oriental, es un ejemplo “extremo” de la política de Israel hacia el sector oriental de la ciudad santa, actualmente ocupado. Los residentes (palestinos) que viven allí son vistos como “objetos” y tratados “a voluntad”. Es lo que surge de un reporte que hoy fue difundido por la ONG israelí B’Tselem, que lucha contra la ocupación, y que afirma que el gobierno israelí pretende “expropiar la mayor cantidad de tierra posible” y “expandir el control”, ignorando las “consecuencias durísimas” sobre los habitantes. Entre ellos, crecen fenómenos como la “extrema pobreza, una superpoblación que ya resulta insoportable y el caos planificado”.

Situado en el área del monte Scopus, el suburbio de al-'Esawiyah fue durante largo tiempo la zona desmilitarizada dentro del territorio jordano, y en el año 2006 contaba con una población de 12.000 habitantes. La ocupación del ejército israelí se remonta a la Guerra de los Seis Días, en 1967, al igual que la de otras áreas de Jerusalén Oriental. Hoy, la aldea se encuentra bajo la jurisdicción de la municipalidad de la ciudad santa, si bien sus habitantes tienen derecho a votar en las elecciones de la Autoridad Palestina.

En la vigilia de la “Jornada de Jerusalén”, prevista para el 21 de mayo, los activistas que se oponen a la ocupación han difundido un nuevo reporte titulado “Esta es Jerusalén: Violencia y expropiaciones en al-'Esawiyah“, a 53 años de la anexión del sector oriental. En el último año, la zona se ha vuelto territorio de conflicto, a causa de los reiterados operativos de la policía con la estrella de David, contra los habitantes. Desde enero, ya suman 300 los habitantes heridos en los choques con las fuerzas del orden y desde que comenzó el mes de mayo, se han registrado 850 arrestos, la mayor parte de ellos, de menores de edad.

Del reporte surge que desde 1967, Israel ha expropiado el 90% de los territorios de la aldea, negando a los habitantes una de las principales fuentes de riqueza, y favoreciendo la expansión de la población hebrea. En todos estos años, la comuna de Jerusalén jamás ha elaborado lineamientos para permitir que los habitantes puedan construir viviendas y edificios; más de la mitad de las casas (casi dos mil, en total) fueron levantadas de manera ilegal y están en constante riesgo de demolición o de sufrir onerosas multas para obtener su regularización.

A esto se suma la “campaña de abusos y castigos colectivos”, promovida por las fuerzas del orden, que entran al territorio sin motivo, en uniformes anti-disturbios, para agredir a la población de la zona. “Camionetas, jeeps y drones -se lee en el informe - penetran en el área y crean deliberadamente ocasiones de ‘choque’ que terminan por alterar completamente la vida cotidiana y desatan las reacciones de los residenetes”. Se trata de “agresiones” lanzadas para justificar las operaciones de represión que sobrevienen después, en respuesta al lanzamiento de cohetes, cócteles Molotov y fuegos artificiales.

La situación, según los expertos, podría empeorar si se persiguen las políticas de anexión anunciadas por el naciente gobierno israelí. El 17 de mayo pasado, el nuevo “Ejecutivo de emergencia” juró, marcando el inicio del doble liderazgo de Benjamin Netanyahu (de Likud, derecha) y del movimiento de centro, Blanco y Azul, de Benny Gantz. Un Ejecutivo con un “monstruoso” aparato de gobierno, conformado por 36 ministros y casi 15 viceministros, que representa un récord en la historia reciente del país. Uno de los compromisos asumidos es poner en marcha la anexión - con el beneplácito de Washington, en el marco del llamado “Acuerdo del siglo” - de bloques de colonias israelíes y del Valle del Jordán, que equivalen a un tercio de Jordania.