Activistas filipinos: la nueva Ley de armas (incluso para sacerdotes) no frena los delitos

Manila aumenta las restricciones a la posesión de armas de fuego, con el fin de luchar contra el comercio ilegal. Los periodistas, los abogados de derechos humanos, activistas y sacerdotes tendrán un permiso especial para portar armas de fuego. Para Harry Roque, abogado y activista, la ley es sólo un tapón para ocultar el fracaso de las autoridades para combatir el crimen.

Manila (AsiaNews) - La nueva ley sobre armas de fuego abre un debate difícil en Filipinas, donde sólo en 2013 más de 220.000 crímenes fueron cometidos entre los robos, los homicidios, asaltos violencia. La nueva medida es la versión final de la Comprehensive Firearms and Ammunition Regulation Act, del giugno 2013, che prevede agevolazioni al porto d'armi per categorie a rischio come giornalisti, avvocati, attivisti e sacerdoti a menudo víctimas de secuestros, ejecuciones sumarias y robos por grupos de terroristas o criminales. De acuerdo con la ley anterior, dichas categorías fueron tratados como cualquier otro ciudadano a portar armas y tenían que demostrar que estaban "bajo la amenaza real". Los críticos de la ley establecen que de esta manera el gobierno proporciona la oportunidad para que las personas en situación de riesgo puedan defenderse, pero no hace ningún progreso en la prevención de los delitos.

Según datos del gobierno, en todo el país son poco más de 1 millón de armas registradas, mientras que más de 800.000 sería ilegal. El gobierno argumenta que bajo la nueva ley, es posible reducir el tráfico ilícito de armas de fuego, pero como dice Jairo Bondoc, periodista de Philstar, no "tiene sentido para aumentar las restricciones si persiste un clima general de impunidad"

Hasta ahora, la Iglesia aún no ha hecho declaraciones, pero ya en julio de 2013 los obispos se había opuesto al decreto declarando que "los misioneros son, por definición, no violentos y obtienen su protección de los ángeles, no de las armas".

La nueva medida da más amplios permisos para los grupos de riesgo, pero por otro lado, establece penas más severas para los que llevan armas y municiones ilegalmente. Las sanciones pasan de los actuales cuatro meses de prisión a cuatro años. También hay más restricciones en la compra. Aquellos que deseen obtener una licencia debe pasar la prueba de drogas y una evaluación psiquiátrica. Con él, el comprador puede ir a cualquier sala de armas y tomar un arma de fuego que se registrará. El tercer paso es la autorización para portar armas de fuego fuera de su casa.

Durante la presidencia de Fidel Ramos las facilidades para las armas de fuego fueron suspendidos, aunque en el país estaba floreciendo el comercio ilegal de armas e incluso armas de guerra. Nandy Pacheco, presidente de la Sociedad Gunless señala que la nueva ley tiene muchos puntos oscuros. De hecho, el texto "permite a los coleccionistas a poseer hasta 15 armas, pero no explica cuáles son los requisitos y los criterios para considerar a una persona 'coleccionista'". El riesgo es que muchas personas pueden tener su propio arsenal.

Harry Roque, abogado y activista por los derechos humanos "la nueva ley es una medida que sólo sirve para tapar una gotera. Esto demuestra que el gobierno no es capaz de hacer funcionar el sistema de justicia". "Con más armas - continúa - incluso si te registras habrán más problemas. Con este hecho, los políticos seguirán manteniendo sus propios ejércitos privados".

Las posiciones de la Iglesia y de los activistas están en contradicción con la de la actual presidente Aquino una apasionada de las armas. Recientemente hablando con un grupo de estudiantes que visitan el palacio presidencial, dijo que posee docenas de armas y utiliza el tiro al blanco como un método para combatir el estrés.