Activistas de Sarawak denuncian la construcción de 10 nuevas megarepresas
Los embalses hidroeléctricos en los ríos interiores del estado malasio de Sarawak están provocando el desalojo de comunidades indígenas en beneficio de inversores extranjeros. Las comunidades no tienen acceso a la energía y la biodiversidad se ve gravemente afectada. Denuncia de los activistas: "Azote con graves implicaciones sociales y medioambientales".
Kuala Lumpur (AsiaNews) - Un proyecto para construir 10 nuevas megarepresas, que se añadirán a las cinco ya en funcionamiento en el estado de Sarawak, en Borneo. Anunciado el mes pasado, corre el riesgo de comprometer el futuro de las comunidades indígenas locales, que viven en zonas remotas y están destinadas a ser desplazadas lejos de su hábitat natural. Así lo denuncian los activistas de derechos humanos de Malasia, que afirman que estas megarepresas sólo benefician a los ricos magnates locales y a los inversores extranjeros. Además de desplazar a comunidades indígenas enteras, la construcción de tales estructuras destruye una valiosa biodiversidad mediante la deforestación y la inundación masiva de los bosques.
En declaraciones a AsiaNews, el activista de derechos humanos Peter John Jaban ha declarado: "Acabo de regresar de visitar una casa comunal situada cerca de la presa de Batang Ai, en Lubuk Antu, formada por 38 familias. Los nativos viven en la oscuridad. Aún no se han beneficiado de la energía hidroeléctrica producida por la presa que funciona en las cercanías". De hecho, las familias nativas utilizan un grupo electrógeno que se enciende a las 7 de la tarde hasta medianoche, no utilizan aparatos eléctricos y ni siquiera tienen cobertura de Internet. "Me pregunto: ¿quién se beneficia realmente de estos proyectos?", continúa Peter John Jaban. El activista señala que la construcción de presas obliga a las comunidades tribales a vivir en nuevos lugares de reasentamiento, lejos de su hábitat familiar, donde antes vivían, sembraban cosechaban y cazaban, mientras se ganaban la vida vendiendo productos forestales para el comercio local. "Es principalmente por estas razones por lo que la construcción de presas hidroeléctricas es criticada en todo el mundo. Si estos proyectos benefician a la gente, nadie se queja; pero la mayoría de las veces estos proyectos son una lacra que tiene graves implicaciones sociales y medioambientales", añade.
La Sociedad por los Derechos de los Pueblos Indígenas de Sarawak (SCRIPS) señala cinco megarepresas ya en funcionamiento en el país. Pero no es la gente la que se beneficia de estas centrales", afirma su secretario general, Michael Jok, haciéndose eco de Jaban. "Las ganancias económicas de la construcción de estas presas benefician en gran medida a los industriales extranjeros y a los magnates locales". Según Jok, SCRIPS se opone a los planes del gobierno estatal de construir las otras 10 presas en todo el estado, anunciadas el mes pasado por el ministro de Servicios Públicos y Telecomunicaciones, Datuk Julaihi Narawi. Los nativos quieren respuestas del gobierno local de Sarawak y de su asamblea estatal.
Narawi declaró: "Ya hemos identificado las 10 cuencas fluviales en las que se pueden aprovechar las corrientes fluviales para generar electricidad". El plan del primer ministro de Sarawak, Abang Johari Openg, es generar 10 gw de electricidad en estas instalaciones de aquí a 2030". Jok declaró a AsiaNews: "Queremos que preparen un documento de trabajo escrito sobre la construcción de las presas en cascada, con un estudio de campo adecuado de los pros y los contras. Deberíamos poder aportar a nuestros expertos".
Otra ONG con sede en Sarawak, Save The Rivers, declaró: "Las presas hidroeléctricas construidas en el pasado han legado falsas esperanzas y decepciones a los pueblos indígenas y las comunidades locales: los problemas y las reclamaciones en materia de indemnizaciones, tierras y vivienda no se han resuelto o se han ignorado deliberadamente". El presidente Peter Kallang comentó a AsiaNews: "El Gobierno se centra únicamente en el beneficio económico, para el Estado o para otros. No se presta la debida atención al bienestar de las personas afectadas por estos proyectos". Según Kallang, la salvaguarda de los derechos humanos y la protección del medio ambiente deberían encabezar la lista de prioridades a la hora de ejecutar proyectos masivos como éstos. "Dado que los pueblos indígenas dependen de los ríos y de la tierra para su subsistencia, deben respetarse sus derechos realizando una consulta adecuada, exhaustiva y significativa antes de iniciar el proyecto, basada en la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de Consentimiento Libre, Previo e Informado".
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