Activistas al gobierno de Delhi: no deporten a los 40.000 musulmanes Rohingya
El Subsecretario de Asuntos Internos ha pedido a los Estados que identifiquen y expulsen a los refugiados. Miles de personas han huido de Myanmar para evitar las persecuciones, las violaciones y las ejecuciones sumarias. "La India sabe lo que debe hacer. Sería vergonzoso abandonarlos a su destino”.
Nueva Delhi (AsiaNews) - Activistas por los Derechos Humanos pidieron al gobierno de la India a respetar las leyes internacionales y no deportar a cerca de 40 mil musulmanes Rohingya presentes en su territorio. La alarma fue lanzada esta semana por algunas organizaciones humanitarias, entre ellas Human Rights Watch y Amnistía Internacional, que han expresado su preocupación por las recientes declaraciones de Kiren Rijiju, Subsecretario del Interior. Delante del Parlamento, dijo que el gobierno ha pedido a las autoridades estatales identificar y expulsar a los Rohingya, una minoría étnica original en Bangladesh, pero residente principalmente en Myanmar. Si este es el caso, se quejan de los activistas, estarán expuestos a graves formas de discriminación y violencia.
En los últimos años, miles de Rohingya han cruzado la frontera buscando refugio en la India. En su mayor parte, la comunidad vive en Myanmar, pero las autoridades no les reconocen la ciudadanía. Sus miembros - cerca de un millón de miembros - viven en campos de refugiados dispersos en varias partes del país birmano, donde desde hace meses son víctimas de la violencia. La población Rohingya habla de ejecuciones sumarias, detenciones arbitrarias, violaciones, casas incendiadas en el contexto de una campaña de limpieza denominada por el gobierno “operación policiaca”.
Meenakshi Ganguly, director para el sur de Asia de Human Rights Watch, dijo: "Las autoridades indias deben cumplir con las obligaciones internacionales y no repatriar por la fuerza a los Rohingya hacia Myanmar. Primero deben evaluar de manera honesta sus demandas para ser considerados como refugiados".
Aunque no hay cifras exactas, el subsecretario Rijiju afirmó que el número de inmigrantes musulmanes ha aumentado en los últimos años y habló de alrededor de 40 mil personas que viven ilegalmente en la Unión. La ola más grande tuvo lugar después a la vuelta de la vida militar, en octubre de 2016 como reacción a un ataque armado de grupos rebeldes contra los soldados.
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Raghu Menon, representante de Amnistía Internacional India, dijo: "como los refugiados y los solicitantes de asilo Rohingya son inmigrantes ilegales no se les tiene en cuenta en las motivaciones por lo que son obligados a abandonar sus hogares y los graves riesgos en que incurrirían si ellos fueron expulsados por lo fuerza". "Las autoridades de la India - concluyó - son muy conscientes de las violaciones de derechos humanos que los Rohingya enfrentarían en Myanmar. Sería vergonzoso abandonarlos a su destino.
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