Activista hindú: Las palabras del Papa sobre la cadena perpetua y la pena de muerte, son un estímulo para una reforma

de Nirmala Carvalho

Arun Ferreira, pasó 4 años en la cárcel por falsas acusaciones: sufrió torturas y aprendió a conocer la terrible realidad del sistema judicial. A AsiaNews explica. "Francisco afirmó con fuerza la verdad, aclarando que la cadena perpetua es una pena de muerte enmascarada. Espero que sus palabras den fuerza a la Iglesia hindú, que debe enfrentar el tema de la reforma del sistema judicial".

Mumbai (AsiaNews)- El papa "denunció sin ambigüedades la crueldad y la brutalidad de los abusos que se cometen en las prisiones. Aclaró que la cadena perpetua es una pena de muerte enmascarada y acusó con fuerza a los Estados que llevan adelante prácticas inhumanas como la detención preventiva y la tortura. En un contexto como el de India, donde estos males son evidentes, sus palabras dan fuerza a la Iglesia católica de India. Espero que pronto la Iglesia pueda enfrentar el tema de la reforma del sistema judicial". Lo dice a AsiaNews, Arun Ferreira, activista por los derechos humanos de los dalit y los tribales. Encarcelado por 4 años con falsas acusaciones, del 2007 al 2011, él mismo fue víctima de torturas en la cárcel.

Comentando el discurso pronunciado ayer por Francisco a la Asociación internacional de derecho Penal, Ferreira explica: "Aunque si en el mundo crece el movimiento para la abolición de la pena de muerte, muchos abolicionistas llevan adelante una alternativa equivocada: la cadena perpetua. En un libro que escribí hace poco, en referencia a mi período en la cárcel ["Colours of Cage", que se puede encontrar aquí, ndr] cuento la historia de un detenido condenado a cadena perpetua que pasó diversos decenios en la cárcel".

Ashgar, este es el nombre del condenado, "era el único detenido musulmán. Encarcelado con la acusación de haber ayudado a un terrorista a hacer explotar una parte del ferrocarril en las cercanías de Mumbai, antes de la condena era florista y chofer privado. En la cárcel tenía como trabajo el cuidar el jardín y mantener en función las horcas. No obstante esta tarea horrible, era una persona muy sociable y amigable con todos. Muchas veces me dijo que hubiese preferido una condena a muerte, en cambio de esa vida. Una muerte instantánea, decía, habría hecho terminar los sufrimientos de su familia y habría permitido a ellos reiniciar".

El Papa, concluye el activista, "ha desenmascarado las ambigüedades y sostuvo con fuerza que la cadena perpetua es una muerte revestida. Como subrayó el pontífice, no es una alternativa válida".