Abdul Ghani Baradar, el líder talibán que proclamó el emirato
En un mensaje de vídeo, destaca una victoria inesperada en términos de tiempo y métodos. El ahora ex presidente Ghani justifica su huida al extranjero: con ello busca evitar el martirio de los ciudadanos y la destrucción de la capital. Las fuerzas estadounidenses toman el control del aeropuerto mientras miles de civiles intentan huir del país. Rusia y China mantienen sus embajadas abiertas.
Kabul (AsiaNews) - "Hemos conseguido una victoria que no esperábamos" en tan poco tiempo y de forma tan rápida, a la que ahora debe seguir "la humildad ante Alá" porque éste "es el momento de la prueba, se trata de cómo servimos y protegemos a nuestro pueblo". Y cómo aseguramos su futuro y la vida" de Afganistán y sus ciudadanos, ahora rebautizados como "Emirato Islámico". Son las primeras declaraciones del mulá Abdul Ghani Baradar, pocas horas después de la toma de Kabul. En un mensaje de video, el que muchos consideran el próximo “líder interino”, agradeció a los milicianos por la campaña militar que desató la huida del presidente Ashraf Ghani en pocos días. Desde el palacio, prometió "magnanimidad" pero, al mismo tiempo, recordó los ocho años de prisión, dejando caer un manto de sombra sobre el futuro de la nación y la región.
Los talibanes cantan victoria y proclaman la "liberación" de Afganistán a manos de los muyahidines cuando falta menos de un mes para el vigésimo aniversario del atentado en las Torres Gemelas, origen de la campaña militar estadounidense. La bandera del movimiento yihadista ondea sobre el palacio presidencial mientras un vocero anuncia que "la situación está en calma" y que el objetivo es formar "un gobierno islámico abierto e inclusivo". En las primeras horas del día, las calles de la capital lucen desiertas y decenas de tiendas y cafés permanecen cerrados; los propietarios tomaron esta medida para "defender" los bienes y mercancías, mientras aguardan el desarrollo de los hechos en los próximos días.
Mientras tanto, los diplomáticos occidentales y los trabajadores extranjeros huyen a toda prisa, especialmente los que representan a Estados Unidos y la Unión Europea. La posición de China y Rusia es diferente: mantienen sus embajadas abiertas, al menos por el momento, y no tienen intención de retirar a su personal. Las fuerzas armadas estadounidenses han tomado el control del aeropuerto y tratan de repeler a miles de personas desesperadas que intentan huir del país. Varias compañías aéreas cambiaron sus rutas para evitar sobrevolar el espacio aéreo afgano y suspendieron sus vuelos a Kabul.
El ahora ex presidente Ghani estaría refugiado en Tayikistán (o Uzbekistán, según otras fuentes). En un mensaje en las redes sociales, reconoció la victoria de los talibanes, que ahora son "responsables del honor, la propiedad y la protección de sus compatriotas". Justificó su partida señalando que, de haberse quedado, "innumerables patriotas habrían terminado martirizados y la ciudad de Kabul habría sido destruida".
Entre el caos en el aeropuerto y la aparente calma en las calles de la capital, Afganistán se pregunta por su futuro inmediato, que parece estar cada vez más ligado a las decisiones que tome el líder talibán Abdul Ghani Baradar, encargado de guiar la transición hacia el "emirato". Según algunas fuentes de los servicios de inteligencia, nació en 1968 en la aldea de Weetmak, en la provincia de Uruzgan, y para muchos era una de las figuras más influyentes después del mulá Muhammad Omar. Desde muy joven se distinguió en las distintas guerras que mancharon de sangre la nación asiática, desde el conflicto con los soviéticos en la década de 1980 hasta la fundación del movimiento talibán en 1994.
Después del 2001 vivió algunos años de incógnito, mientras circulaban rumores (falsos) de su muerte a causa de una tuberculosis. En 2009, en una entrevista con Newsweek, hizo una declaración profética: "Los afganos jamás se cansan de luchar; seguirán hasta ver a su país liberado. Continuaremos la yihad hasta que el enemigo sea expulsado de nuestra tierra". En 2010 fue detenido por las fuerzas de seguridad en Karachi (Pakistán), en una operación considerada entonces crucial para erradicar la insurgencia talibán. Sin embargo, en octubre de 2018, fue liberado a pedido de Estados Unidos, para asistir a los coloquios de paz sobre Afganistán.
17/08/2021 11:35