Aadhaar, el sistema de identificación biométrica de la India y los problemas en las zonas rurales
El Ministerio de Desarrollo Rural informó que más de 11 millones de cuentas bancarias de poblaciones desfavorecidas aún no están conectadas al mayor sistema de identificación del mundo. Una sentencia del Tribunal Supremo dejó claro que las empresas privadas no pueden prestar sus servicios a través del código único. Los observadores apuntan a problemas de privacidad y a los vínculos estrechos con la junta golpista birmana, que también podría implantar el programa en Myanmar.
Milán (AsiaNews) - Esta semana, durante una audiencia parlamentaria, el Ministerio de Desarrollo Rural anunció que más de 11 millones de cuentas bancarias en el marco del Mahatma Gandhi National Rural Employment Guarantee Scheme, (MGNREGS) aún no se han vinculado a Aadhaar, el sistema de identificación biométrica de la India y el más grande del mundo. Quienes residen permanentemente en la India reciben una tarjeta con un código único de 12 dígitos vinculado a sus huellas dactilares y al escáner del iris, que se almacenan en una enorme base de datos gubernamental junto con datos personales (nombre, fecha de nacimiento, dirección de residencia y otros).
La inclusión en el programa MGNREGS garantiza 100 días de trabajo a cada hogar que viva en zonas rurales, pero a partir del 1 de febrero de este año, el gobierno central ha ordenado que el pago de las cuotas se realice a través de la plataforma Aadhaar en lugar del ingreso directo en una cuenta bancaria. El plazo se pospuso entonces hasta el 31 de agosto, pero sigue siendo muy difícil que los trabajadores del programa MGNREGS cumplan los criterios para utilizar Aadhaar. Según un grupo de trabajadores de la seguridad social, el sistema de pago basado en Aadhaar "es un sistema complejo, engorroso y poco fiable que ha causado graves problemas en los últimos años", por lo que "no hay razón para hacerlo obligatorio".
En hindi, la palabra Aadhaar significa "base, fundamento". Se supone que los datos de los residentes son recopilados de forma voluntaria por la Autoridad de Identificación Única de la India (UIDAI), pero con el tiempo se ha vuelto cada vez más complicado acceder a servicios (algunos tan mundanos como comprar una tarjeta SIM) sin el código, hasta el punto de que el Tribunal Supremo tuvo que intervenir: según una sentencia de 2018, las empresas privadas no pueden exigir a los usuarios que faciliten sus datos de Aadhaar como condición para otorgarles sus servicios. El tribunal llegó a decir que el sistema no viola la privacidad de los indios porque pretende reducir la marginación de quienes viven en zonas rurales, razones por las que la confidencialidad de los datos personales puede pasar a un segundo plano. Además, el código escrito en el documento de identidad no equivale a la ciudadanía ni garantiza el derecho a un domicilio. La idea del proyecto, que se puso en marcha en 2009, era centralizar el sistema nacional de identificación y facilitar el acceso a los subsidios estatales, que antes se basaban en la posesión de un certificado de nacimiento y se distribuían a través de tarjetas de racionamiento.
Pero en realidad, en los últimos años, son precisamente los sectores más pobres de la población india los que se han visto penalizados por el sistema de identificación biométrica: ya en 2017, tras la introducción de las nuevas máquinas lectoras de huellas dactilares, se había sabido cómo tribus indígenas del estado de Jharkhand -especialmente ancianos y discapacitados con problemas en los dedos- tenían problemas para acceder a las raciones de comida que les proporcionaban los subsidios estatales debido al continuo mal funcionamiento del sistema, en consecuencia, hogares enteros se quedaban sin raciones de comida hasta seis meses. A varios niños se les denegó la matrícula escolar porque no tenían certificados de nacimiento y, por lo tanto, no podían ser introducidos en el sistema.
Otros observadores señalaron que cualquier filtración de datos podría ser desastrosa y que el sistema también podría utilizarse para reforzar los sistemas de vigilancia. La web The Wire recordó que a finales del mes pasado, U Myint Kyaing, ministro birmano de Inmigración y Población, visitó Delhi y Bangalore para conocer el funcionamiento de Aadhaar, a pesar de estar sometido a sanciones -que India no reconoce- por parte de Estados Unidos y la Unión Europea debido a las violaciones de derechos humanos cometidas en Myanmar, donde se libra un brutal conflicto civil entre el ejército y las fuerzas de resistencia antigolpista desde hace dos años, tras el golpe de Estado de la Junta Militar. Durante su visita, los responsables del sistema Aadhaar explicaron al ministro cómo funciona el sistema de identificación. La cuestión de la identidad es especialmente espinosa en Myanmar debido a la presencia de decenas de grupos étnicos diferentes: la filiación étnica y religiosa de cada ciudadano se transcribe en los documentos nacionales de identidad. La minoría étnica rohingya, predominantemente de culto islámico, lleva años siendo perseguida por el ejército y tratada como apátrida por diversos gobiernos birmanos.
02/10/2020 14:56
22/03/2017 13:04