04/11/2013, 00.00
INDIA
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Año de la fe en India: la violencia sobre las mujeres ofende la dignidad humana

de Nirmala Carvalho
No obstante la presencia de muchas divinidades femeninas en la religión hindú, las mujeres son víctimas de discriminación, abusos, estupros, homicidios por dotes, violencia doméstica y ataques con ácido. El 70% de los ataques suceden en las familias. En el simposio nacional dedicado al Concilio Vaticano II y a la doctrina de la Iglesia, los participantes han reiterado la necesidad de la emancipación femenina en la sociedad hindú. Las mujeres deben ser agentes activos para el cambio. AsiaNews presenta los resultados del encuentro. Segunda parte.

Mumbai (AsiaNews)- La discriminación y la violencia contra las mujeres en India son el segundo punto de arranque de reflexión surgido en el simposio nacional organizado en octubre por la Comisión para la teología y la doctrina de la Conferencia episcopal hindú (Cbi-Lr).  El encuentro fue ocasión para discutir la aplicación de la doctrina de la Iglesia en el mundo de hoy. El 31 de octubre pasado AsiaNews publicó la primer parte del informe, centralizado sobre el problema de la pobreza en el País asiático.

Un País donde las mujeres son víctimas de discriminación y violencia.

Las mujeres representan el 48% de la población hindú. Por un lado, ellas son veneradas como diosas- Rani, Lashmi, Devi...- o en novelas, como mujeres, madre, hijas, esposas y hermanas ideales. Al mismo tiempo, son víctimas de discriminación y violencia. Cada día trae consigo terribles instancias de violencia contra las mujeres. Explotación sexual, estupros, homicidios de honor, violencia doméstica, homicidios por dotes, ataques con ácido se convierten en rutina en nuestro País; y todas estas son ofensas directas contra la dignidad humana.

A menudo, las mujeres no tienen el control de sus posibilidades, recursos y energías. Estas cosas son controladas, gestionadas y dominadas por fuerzas externas, como los hombres de la familia, la comunidad y la sociedad en general. Una mujer se hace independiente por los otros; su poder le viene quitado. Ella no está considerada como un miembro que gana de la familia Gana, pero no tiene derecho de poseer. Para cada mujer más que entra en puestos públicos- por instrucción, trabajo, acceso a servicios o tiempo libre- hay nuevos casos de violencia contra ellas.

Una realidad a menudo es escondida, es la violencia que sucede en casa y en familia. Las estadísticas muestran que el 70% de las agresiones contra las mujeres se verifican dentro de las paredes domésticas o por manos de personas conocidas. El incesto es una violencia que influencia a un niño para toda la vida, si no se inicia un proceso de recuperación. El estupro dentro del matrimonio es la violencia de relaciones sexuales obtenidos por la fuerza, reivindicados por los maridos en nombre del derecho conyugal.

El primer capítulo de la Biblia (Génesis 1:27) nos dice que los seres humanos fueron creados a imagen de Dios, "hombre y mujer los creó". El Papa Juan Pablo II, en su carta apostólica "Mulieres Dignitatem", explica. "El género humano, que toma inicio de la llamada a la existencia del hombre y de la mujer, corona toda la obra de la creación; ambos son seres humanos, en igual grado el hombre y la mujer, ambos creados a imagen de Dios". La dignidad y la vocación de las mujeres fue el sujeto de serias reflexiones al interno de toda la Iglesia. En la Iglesia hindú, se han hecho esfuerzos sistemáticos para formar estructuras y sistemas para mejorar la condición de la mujer y restituirle la dignidad que le corresponde. En 2010 hemos aprobado la Política de Genero de la Conferencia episcopal hindú (Cbci).

Sin embargo hay todavía mucho por hacer. Nosotros, los miembros del simposio, sostenemos con solidaridad a nuestras niñas y mujeres; y prometemos hacer todo lo posible para ayudarlas a emancipase y hacerlas sentirse protegidas y al seguro.

Pensamos que debemos empezar por nuestras mismas casas. A menudo en las relaciones matrimoniales la igualdad se pierde. A la mujer se le pide el complacer al marido y satisfacer cada una de sus necesidades, si ella trata de afirmarse a sí misma o reivindicar la igualdad, es calificada como agresiva y golpeada. Buscaremos cambiar (esta actitud). La interacción en un matrimonio requiere reciprocidad y mutua satisfacción en las relaciones sexuales, no forzadas.

Lucharemos para cambiar el proceso de socialización que refuerza los estereotipos masculinos y femeninos. En nuestras casas, trataremos a los muchachos y muchachas en el mismo modo. Nutriremos a nuestros hijos con los valores humanos de amor, preocupación y cuidado, ayudándolos a desarrollar y a crear un contexto de igualdad, sensibilidad y estima por el otro. No aceptaremos jamás dotes, ni las ofreceremos en el momento del matrimonio. Nos opondremos a la representación de las mujeres como objetos sexuales por parte de los media o como instrumento para la venta de productos

En el Simposio nos hemos dado cuenta que desconocemos la Gender Policy de la Cbci, y hemos decidido estudiarla. Las mujeres presentes en el Simposio han decidido mirarse no sólo como objetos que tienen necesidad de ser ayudadas sino como agentes activos de la propia emancipación, personas que llevan a la luz las propias energías interiores, desafiando la vulnerabilidad que puedan tener. Ellas han dicho que no desean tener mayor poder desde lo externo como destinatarios pasivos, sino querer ayudar a explotar la propia fuerza interior.

 

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