20º Congreso del PCC: una formalidad allana el camino para el tercer mandato de Xi
Por unanimidad, Xi fue nombrado delegado del Partido Comunista Chino de Guangxi. No obstante, los problemas económicos y la crisis del Covid podrían debilitarlo. Las autoridades comunistas piden a los ciudadanos que envíen sus comentarios sobre ocho temas que se abordarán en el Congreso, pero para la gente es casi imposible expresarse libremente.
Beijing AsiaNews) - Acaba de completarse una formalidad que allana el camino para un tercer, histórico mandato de Xi Jinping en el poder. Ayer, el Partido Comunista Chino (PCC) de la provincia de Guangxi lo eligió por unanimidad como delegado para el XX Congreso Nacional, que se celebrará en otoño.
Hace tiempo que el presidente chino se dedica a los preparativos para permanecer al mando del país. Para muchos observadores, su nuevo nombramiento era inevitable. Sin embargo, los problemas económicos y, sobre todo, la reaparición de la pandemia en varias partes de China podrían deparar algunas sorpresas: como mínimo, la elección de un primer ministro que no sea miembro de su facción.
La crisis sanitaria del Covid es un punto delicado para Xi. En las últimas 24 horas, Shanghái registró más de 23.000 nuevos contagios, lo que supone un aumento del 32,6% con respecto al día anterior. Los casos sintomáticos han aumentado un 41,7%, mientras que las muertes se han elevado a 48 desde el nuevo rebrote de finales de marzo.
Mientras tanto, por primera vez en su historia, el PCC invitó al público a enviar sus comentarios sobre ocho temas que los líderes del partido deberán tratar durante el XX Congreso. Se pueden presentar comentarios sobre la administración del Partido, el "desarrollo de alta calidad", las reformas y la apertura, y la democracia "desde abajo". También se procura obtener la opinión de los ciudadanos sobre "el Estado de Derecho, el progreso de la cultura socialista, el bienestar de la población y la ecología".
La medida pretende ser una demostración del "estilo de trabajo democrático" de la dirección del Partido. Muchos analistas sospechan que se trata de una operación de fachada: en un Estado "policial" como China, es poco probable que los ciudadanos se sientan libres de decir lo que realmente piensan. Quizás crean que Xi no debería recibir un tercer mandato, como pasó con sus predecesores Jiang Zemin y Hu Jintao.
02/08/2016 19:26
