Seúl, las construcciones abusivas como una de las posibles causas de la tragedia de Halloween
En la tragedia de Itaewon, que costó la vida a 156 personas, también se están investigando algunas estructuras hoteleras construidas sin permisos, que supuestamente hicieron aún más estrecho el callejón donde murieron los jóvenes aplastados en la estampida. Por su parte, el presidente Yoon se reunió con referentes religiosos para pedir consejo sobre la mejor manera de responder al dolor provocado por la tragedia que afecta a todo el país.
Seúl (asiaNews) - Al terminar la semana de duelo nacional, Corea del Sur comienza la dolorosa búsqueda de los responsables de la masacre del 29 de octubre en Seúl durante las celebraciones de Halloween. Cuando se produjo la tragedia y en los días posteriores murieron 156 personas, en su mayoría jóvenes veinteañeros que cayeron unos sobre otros y fueron aplastados en un callejón muy estrecho, debido al excesivo hacinamiento en el barrio de Itaewon durante los festejos nocturnos de esa noche.
Ayer a la mañana un grupo de investigadores se presentó en el hotel Hamilton, a lo largo de cuyos muros perimetrales se encuentra el empinado callejón donde ocurrieron los hechos. Las autoridades solicitaron que se les entregaran los documentos correspondientes a los planos del edificio, así como los permisos administrativos. Según esos planos, en efecto, algunas partes del hotel se habrían construido sin autorización.
En los últimos días muchas personas han señalado una estructura anexa al hotel como uno de los factores que convirtieron el callejón en una trampa mortal la noche de Halloween. Según las disposiciones vigentes en Corea del Sur, los callejones peatonales deben tener un mínimo de 4 metros de ancho, precisamente para garantizar la seguridad de los transeúntes. Sin embargo, la ampliación del hotel (con lo que muchos sospechan que fue un añadido no autorizado) creó un cuello de botella, reduciendo el ancho del callejón adyacente a 3,2 metros.
La agencia de noticias Yonhap informa sobre un documento, emitido por las autoridades de la capital, según el cual en 2014 el hotel recibió la orden de demoler las ampliaciones abusivas. La orden nunca se cumplió, por lo que desde entonces la administración del hotel ha incurrido en multas por un total de 500 millones de wones (aproximadamente 363.000 euros).
Por su parte el alcalde de Seúl ha pedido a los funcionarios locales que tomen medidas estrictas contra las construcciones no autorizadas. Algunos de estos serán citados por los investigadores para verificar si las autoridades del distrito también son responsables de la ampliación abusiva del hotel.
El principal objetivo de los investigadores en este momento es determinar si la estructura abusiva añadida contribuyó a la tragedia y en qué medida. Ayer por la mañana los investigadores se presentaron también en el domicilio del director del establecimiento y la policía abrió una investigación formal contra él, con acusaciones de construcción ilegal y uso no autorizado de la vía pública para fines privados.
Mientras tanto, sin embargo, la policía misma se encuentra bajo investigación. Desde las primeras horas posteriores a la tragedia resultó claro que la policía no había sido capaz de mantener la seguridad en el barrio a pesar de las numerosas llamadas de los ciudadanos para denunciar la situación de peligro. En los últimos días se ha incriminado a seis funcionarios, entre ellos el responsable de emergencias de la policía de Seúl, que estaba de guardia esa noche, y el jefe de policía del distrito donde ocurrieron los incidentes.
El presidente Yoon Suk-yeol ha tenido en estos días varias reuniones con referentes religiosos para reflexionar juntos sobre la mejor manera de ayudar al país a superar esta tragedia. Entre estas personalidades se encuentran el arzobispo de Seúl, Mons. Peter Chung Soon-taick, y su predecesor, el Card. Andrew Yeom Soo-jung. Según ha informado el equipo de trabajo del presidente coreano, Mons. Chung, reconoció el compromiso de los últimos días de compartir el dolor de los familiares de las víctimas y pidió a las autoridades del país que se haga todo lo posible para prevenir tragedias similares. Por su parte, el cardenal Yeom dijo que rezaba para que las personas que gobiernan puedan aprender a mirar a su pueblo con la misma mirada que un padre a sus hijos.