Papa: Europa afronte con espíritu de concordia y de colaboración los efectos de la pandemia
Jesús indica dos “remedios” para perturbación: tener fe y saber que “nos ha reservado un lugar en el Cielo. “Hoy en tantos países, se celebra la Fiesta de la mamá. Quiero recordar con gratitud y afecto a todas las mamás, confiándolas a la protección de María, nuestra Mamá celestial. El pensamiento también va a las mamás que ya pasaron a la otra vida y nos acompañan desde el Cielo”.
Ciudad Del Vaticano (AsiaNews) –Europa para que afronte “con espíritu de concordia y de colaboración” los efectos de la pandemia y África, para que se colabore con la iniciativa de plantar 1 millón de árboles en Sahel, fueron recordadas también por el Papa Francisco después de recitar el Regina Caeli, junto a la Fiesta de las mamás.
Antes de recitar la oración mariana también hoy desde la Biblioteca privada, comentando recordando el Evangelio de hoy (Cfr Jn 14,1-12), que narra el momento en que Jesús se “despide” de sus discípulos al final de la Última Cena, justo antes de enfrentarse a la Pasión. Un momento en el que les pide que “no pierdan la paz". Y esas palabras, Jesús nos la dice a nosotros en los “dramas de la vida”, dijo el Papa, tenemos que sentir esa paz en nuestros corazones. El Señor señala dos remedios para el malestar, para lo que nos turba. El primero es: "crean también en mí." En este consejo, como dijo el Papa, Jesús sabe que en la vida, la peor ansiedad, el peor malestar, proviene de la “sensación de no poder afrontar los problemas, de sentirse solos y sin puntos de referencia frente a lo que sucede. Esta ansiedad, en la que la dificultad se suma a la dificultad, no puede ser superada solos”. Necesitamos de la ayuda de Jesús. Por esto Jesús pide que tengamos fe en Él, o sea de no apoyarnos en nosotros mismos, sino en Él”.
“Porque sólo confiándonos a Él podremos liberarnos de la angustia. Y, como dijo el Santo Padre, Jesús ha resucitado y está vivo precisamente para estar siempre a nuestro lado. Entonces podremos decirle: "Jesús, creo que has resucitado y que estás a mi lado. Creo que me escuchas. Te traigo lo que me molesta, mis problemas: tengo fe en ti y me encomiendo a ti".
“El segundo remedio que nos da el Señor para combatir el malestar es el hecho, que Jesús nos reservó un lugar en la Casa del Padre. Tomó consigo la humanidad para conducirla al Cielo, para que estemos “donde Él esté”. Es la certeza que nos consuela, dijo el Papa, hay un lugar reservado para todos”.
“Jesús nos pide que tengamos fe en Él, que no nos apoyemos en nosotros mismos, sino en Él. Porque sólo confiándonos a Él podremos liberarnos de la angustia. Y, como dijo el Santo Padre, Jesús ha resucitado y está vivo precisamente para estar siempre a nuestro lado. Entonces podremos decirle: "Jesús, creo que has resucitado y que estás a mi lado. Creo que me escuchas. Te traigo lo que me molesta, mis problemas: tengo fe en ti y me encomiendo a ti".
Cada uno de nosotros puede decir: ‘hay también un lugar para mí’.“No vivimos sin rumbo ni destino. Se nos espera, somos valiosos. Dios está enamorado de la belleza de sus hijos. Y para nosotros ha preparado el lugar más digno y hermoso: el Paraíso. No olvidemos: la morada que nos espera es el Paraíso. Aquí estamos de paso. Estamos hechos para el Cielo, para la vida eterna, para vivir para siempre”.
“Hay caminos.dijo aún- que no llevan al cielo, los caminos del poder, los caminos de la mundanidad, los caminos del autoafirmarse. Y está el camino de Jesús, el camino del amor humilde, de la oración, de la mansedumbre, de la confianza. No es el camino de mi protagonismo, es el camino de Jesús protagonista de mi vida. Es ir adelante cada día preguntándole. “¿Jesús, qué piensas de esta elección”, ¿qué harías en esta situación, con estas personas?”. Nos hará bien preguntar a Jesús, que es el camino, las indicaciones para el Cielo.. Que Nuestra Señora, Reina del Cielo, nos ayude a seguir a Jesús, que nos abrió el Cielo”.
Y después de recitar el Regina Caeli Francisco habló de Europa y África. “Mi pensamiento-dijo-va hoy a Europa y África. A Europa, en ocasión de los 70 años, de la Declaración Schuman, del 9 de mayo de 1950. Sobre esta Declaración, se inspiró el proceso de integración europea, permitiendo la reconciliación de los pueblos del continente después de la Segunda Guerra Mundial y “el largo período de estabilidad y paz del que nos beneficiamos hoy en día”, como dijo en sus saludos el Papa. Y pidió que este espíritu, de la Declaración de Schuman, no deje de inspirar a los responsables de la Unión Europea que deben hacer frente a las consecuencias sociales y económicas de la pandemia”.
“Y mi mirada va también a África, porque el Francisco recordó también que hoy, hace cuarenta años, San Juan Pablo II, durante su primera visita pastoral a África, dio voz al clamor de la población del Sahel, duramente probada por la sequía. Francisco felicitó a los jóvenes que se han comprometido con la iniciativa "Laudato Si' Alberi", “Laudato Si, Árboles”. Es una iniciativa que tiene por objetivo plantar al menos un millón de árboles en la región del Sahel que formarán parte de la “Gran Muralla verde de África” Espero, dijo el Papa, que muchos sigan el ejemplo de solidaridad de estos jóvenes”.
“En este día-dijo al final- en muchos países, se celebra el Día de la Madre. A todas ellas, el Papa Francisco las recordó “con gratitud y afecto”, encomendándolas a la protección de María, nuestra Madre celestial. Y dirigió también un pensamiento especial a las madres que han pasado a la otra vida y nos acompañan desde el Cielo”.
26/07/2018 16:54
23/12/2015