Un faro de China en las islas disputadas del mar Chino meridional
La estructura tiene 55 metros de altura. Según Beijing mejorará la navegación en la zona y facilitará el socorro y las intervenciones de emergencia. Programada la construcción de otros dos faros en otros atolones. El valor comercial de los productos en tránsito por la zona se coloca alrededor de los cinco mil millones de dólares.
Beijing (AsiaNews/Agencias)- Entró hace poco en función el faro construido por Beijing en una de las islas disputadas en el mar Chino meridional; se trata de una estructura de 55 metros de altura y colocada en el Subi Reef, que servirá para facilitar la navegación de las embarcaciones (chinas). El año pasado en la misma zona casi se llegó a un incidente militar entre Beijing y Washington, cuando una nave de guerra estadounidense atravesó el área para desafiar las reivindicaciones territoriales de Beijing, provocando las iras del gobierno chino.
Según cuánto refiere la agencia oficial de Estado Xinhua, en la tarde de ayer el ministerio chino de los transportes realizó una “ceremonia de conclusión de los trabajos”, para celebrar el inicio de la actividad del faro; la colocación de la piedra fundamental fue el pasado mes de octubre.
A fines de octubre los EEUU enviaron a la zona al caza bombardero USS Lassen, que navegó al interior de las doce millas náuticas que separan de la costa de Subi Reef; inmediata la respuesta de Beijing, que definió al gesto como “extremamente irresponsable”.
Subi Reef es una isla artificial construida por China tan recientemente, en el contexto de la actividad de expansión contra Vietnam y Filipinas. Ella llevó a la realización de otros atolones artificiales sobre Mischief Reef y Fiery Reef.
En realidad, según la Convención internacional ONU sobre los mares el límite de las doce millas náuticas no puede ser aplicado a los atolones artificiales construidos por el hombre en islas hoy recubiertas de agua. Sin embargo, Beijing reivindica la legitimidad del propio obrar subrayando que las islas sirven para garantizar la seguridad marina, la investigación científica y el socorro de medios en dificultad.
En este contexto se coloca la realización del faro que, siempre según la Xinhua, “está en grado de hacer más eficiente la navegación” y “mejorar las intervenciones de emergencias”. China pretende además construir otros faros en otros atolones de la zona, el Cuarteron Reef y el Johnson South Reef.
El gobierno chino reivindica una feta consistente de océano, que comprende las Spratly y las Paracel, islas disputadas por Vietnam, Taiwan, Filipinas, Brunei y Malasia (casi el 85% de los territorios), y ha iniciado la construcción de una serie de islas artificiales, con establecimientos militares. Estimaciones recientes refieren que el valor comercial de los productos en tránsito cada año en la zona gira alrededor de los cinco trillones de dólares.
En respuesta Hanói y Manila- que por primera promovió un juicio internacional en el Tribunal de la ONU- han reforzado los ligámenes bilaterales y tratan de hace tiempo contraponer un frente común.
Entre quienes apoyan a los países del Sudeste asiático está también EEUU, que han juzgado como “ilegal” e “irracional” la así llamada “lengua de buey” usada por Beijing para demarcar el territorio, hasta comprender casi el 80% de los 3,5 millones de quilómetros cuadrados.