Sri Lanka, bombas en Pascua: al menos 150 muertos. Las oraciones de la Iglesia

Seis bombas fueron colocadas en tres iglesias y en tres grandes hoteles de la capital, Colombo. Las iglesias atacadas son la Zion Church de Batticaloa, la St. Anthony’s Church de Kochchikade y la St. Sebastian Church de Negombo. El cardenal Malcom Ranjith pide donar sangre y a los médicos, regresar al servicio hospitalario

Colombo (AsiaNews/Agencias) - Es de cuando menos 150 muertos y más de 500 heridos el saldo tras la explosión de seis bombas esta mañana -en plena celebración de la Pascua- en algunas iglesias y hoteles de Sri Lanka. Las iglesias atacadas son las de Kochchikade, Negombo y Batticaloa, donde los fieles estaban reunidos para celebrar la resurrección de Cristo. Ante la noticia de la masacre, el cardenal Malcolm Ranjith, arzobispo de Colombo, expresó sus "condolencias a las víctimas" y ha invitado a orar por el país.

La isla llora a las víctimas cristianas y, mientras tanto, lanza una llamado a la solidaridad, pidiendo donar sangre en todos los hospitales. Así mismo, el cardenal Ranjith, en una conferencia de prensa, invita a todos los ciudadanos a ir a las clínicas para donar plasma y pide a los médicos, que en su día de descanso por el feriado, regresen al servicio y "salven al menos una vida". Al mismo tiempo, trata de consolar a la comunidad cristiana de la isla, pidiéndo a la población que mantenga la calma.

El presidente de Sri Lanka, Mathripala Sirisena, condena los atentados e insta a los ciudadanos a apoyar a la policía en la investigación. En este momento, el balance es provisional y se habla de 27 víctimas en la Zion Church de Batticaloa, 160 heridos en la St. Anthony’s Church en Kochchikade y otros 50 muertos en la St. Sebastian Church en Negombo. Los hoteles capitalinos atacados son los grandes hoteles de Kingsbury, Shangri-La y Cinnamon, que se encuentran repletos de turistas. Un ministro que fue al lugar de la masacre en la St. Anthony’s Church describe "escenas horribles" con "partes de cuerpos esparcidas por todos lados".

Todavía ningún grupo ha reivindicado las bombas de la Pascua. En el país, cuya población es mayoritariamente budista, el terrorismo islámico no está muy extendido, aunque algunos temen que detrás de los ataques exista la mano de algún combatiente extranjero que regresó del Oriente Medio.

Durante la Semana Santa, en el país hubo algunos episodios de intolerancia hacia la comunidad cristiana, que hicieron que la gente temiera lo peor en la Pascua. Lo más sorprendente fue el secuestro de un obispo anglicano, que fue tomado de rehén en una iglesia metodista junto a los fieles.