Siria, secuestrados un fraile y sus fieles. Gregorio III: que el mundo pare a estos extremistas

Durante la noche entre el 5 y el 6 de octubre los milicianos jihadistas han secuestrado al p. Hanna Jallouf y a algunos de sus parroquianos del pueblo de Knayek, en el norte de Siria. Por el momento no se sabe nada sobre sus paraderos. A AsiaNews el patriarca de Antioquía habla de "amenaza para todos" e invita a los cristianos y musulmanes a "manifestar" contra estas violencias.

Damasco (AsiaNews)- "Todo el mundo debe estar contra estos extremistas", que cometen violencias y constituyen "una amenaza para todos", musulmanes y cristianos "deben manifestarse con una firme condena", al respecto es esencial una "unidad" de intentos "con el islam y el mundo árabe". Es cuánto afirma a AsiaNews, mons Gregorio III Laham, patriarca católico de Antioquía, y de todo el Oriente, de Alejandría y de Jerusalén de los Melquitas, comentando el secuestro de un padre franciscano en la noche entre el 5 y el 6 de octubre en Siria.

Esta mañana, en un comunicado oficial, la Custodia de Tierra Santa confirmó el rapto del p. Hanna Jallouf, secuestrado por los milicianos jihadistas del frente de al-Nusra en el pueblo de Knayek, en el norte del país en las cercanías de la frontera con Turquía, junto a otros cristianos.

Por el momento no se tienen noticias sobre la suerte de ellos y ni se conoce el número exacto de las personas raptadas, si bien fuentes locales hablan de al menos una veintena de cristianos llevados por la fuerza, entre los cuales podrían haber también mujeres.

La Custodia de Tierra Santa explica que "las monjas presentes en el convento" en el momento del ataque de los milicianos "han encontrado refugio en algunas casas del pueblo". A distancia de varias horas no hay todavía contactos oficiales con los secuestradores y no hay novedades sobre la suerte del párroco y de los cristianos raptados. Mientras tanto, los franciscanos renuevan la invitación "a rezar" por el párroco Hanna, por sus fieles y por "todas las otras víctimas de esta guerra trágica y sin sentido".

Desde el inicio del conflicto sirio, las milicias jihadistas han secuestrado diversas personalidades de primer plano de la comunidad cristiana local; entre éstos recordamos a los dos obispos, el metropolita Boulos Yazigi (de la Iglesia ortodoxa de Antioquía) y el metropolita Youhanna Ibrahim (de la Iglesia siro-ortodoxa) secuestrados en abril de 2013. A éstos se agrega el p. jesuita Paolo Dall´Oglio, sacerdote de origen italiano raptado en Siria el 29 de julio de 2013.

Interpelado por AsiaNews el patriarca Laham, condena el secuestro e invita a los cristianos y musulmanes a crear un frente común contra una "amenaza" que toca a "todo el mundo"; él habla de ataque "contra los cristianos" en Siria, la "cuna del cristianismo" que ya "en el año 33 después de Cristo puede gloriarse de tener la primeras huellas de la milenaria presencia". Además, exhorta a "ser fuertes y no tener miedo", por el contrario nutrir sentimientos de "esperanza" que ayuden a "superar esta difícil situación".

Knayek permaneció mucho tiempo bajo el control de los milicianos del Estado islámico, que habían impuesto muchas restricciones a los cristianos entre las cuales la remoción de las cruces que estaban sobre las iglesias, la prohibición de tocar las campanas, cubrir las estatuas y a las mujeres la obligación de cubrirse con el velo islámico. En un segundo momento los jihadistas se desplazaron hacia el este, dejando terreno a las brigadas de Jahabat Al-Nusra, ligados a al-Qaeda; recientemente los milicianos que controlan los pueblos habían secuestrado el pasaporte al p. Jallouf.