Papa: en una Europa que tiene "sed de Dios" católicos y veterocatólicos dan un testimonio creíble del Evangelio
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - En Europa "tan confundido acerca de su identidad
y de su vocación, hay muchas áreas en las que los católicos y los veterocatólicos
pueden trabajar juntos, tratando de responder a la profunda crisis espiritual
que afecta a los individuos y la sociedad". La esperanza fue expresada por
Francisco en su discurso ante una delegación de obispos veterocatólicos de la Unión
de Utrecht.
La Unión - que el mundo deberá contar con más de 500 mil fieles, sin contar los
aproximadamente tres millones de miembros de la Iglesia Filipina Independiente -
recoge los obispos que en 1870 rechazaron el dogma de la infalibilidad papal,
proclamada por el Primer Concilio Vaticano - es una Iglesia Apostólica (sus obispos
son considerados válidos por Roma, pero ilegítimos, porque no son nombrados por
el Papa), que reconoce la primacía de honor del Papa (como el sucesor de San
Pedro), y están con él en unión de oración y de amor.
En su intervención, Francisco dijo que de la división, "hemos tenido, ambos
lados, grandes pecados y fallas humanas" y no ocultemos que "las cuestiones
teológicas y eclesiológicas que han acompañado nuestra separación son ahora más
difíciles de superar debido a nuestra creciente gama de temas de interés para el
ministerio y los valores éticos". Por otro lado, "ha sido posible
construir puentes de entendimiento mutuo y cooperación práctica. Hemos realizado
convergencias e identificado con mayor precisión las diferencias, colocándolas
en nuevos contextos" y "nos alegramos cada vez que podemos adoptar
nuevas medidas hacia una mayor profunda comunión de fe y de vida". "El
desafío que católicos y veterocatólicos enfrentamos es, por lo tanto, perseverar
en el diálogo teológico y sustancial para continuar caminando juntos, rezar juntos
y trabajar juntos en un espíritu de conversión más profunda a todo lo que Cristo
quiere para su Iglesia" .
"En un espíritu de perdón mutuo y humilde arrepentimiento, ahora tenemos
que fortalecer nuestro deseo de reconciliación y de paz. El camino hacia la
unidad comienza con una transformación del corazón, la conversión interior. Es
un viaje espiritual de encuentro en la amistad, de la amistad a la fraternidad,
de la fraternidad a la comunión. En el camino, el cambio es inevitable. Siempre
debemos estar dispuestos a escuchar y seguir las sugerencias del Espíritu para
guiarnos a toda la verdad".
En Europa, donde "hay una sed de Dios. Hay un profundo deseo de redescubrir
el sentido de la vida. Y hay una necesidad urgente de un testigo creíble de las
verdades y los valores del Evangelio. En esto somos capaces de apoyar y animarnos
unos a otros, sobre todo en las parroquias y en las comunidades locales. De
hecho, el alma del ecumenismo es el "cambio de corazón" y la "santidad
de la vida, junto con las oraciones públicas y privadas por la unidad de los
cristianos". Orando por los demás y con los demás, se tomarán nuestras
diferencias y se superaran en la fidelidad al Señor y a su Evangelio".
23/12/2015