Navalny, en huelga de hambre: protesta por las condiciones de su detención

de Vladimir Rozanskij

Pide atención médica, aquejado por dolores en distintas partes del cuerpo, que podrían ser consecuencia de la intoxicación del año pasado. El opositor a Putin denuncia que está siendo sometido a una "tortura del sueño". Se encuentra recluido en una celda aislada. Médicos independientes: si no recibe tratamiento adecuado, podría perder una pierna.

Moscú (AsiaNews) – Alexey Navalny comenzó ayer una huelga de hambre para protestar contra las condiciones de su detención. El líder de la oposición está encerrado en el campo de concentración IK-2 de Pokrov. Hace ya una semana que solicita un médico, aquejado por dolores en la espalda y en las piernas, que podrían ser consecuencia del envenenamiento con Novichok sufrido el año pasado. También denuncia que está siendo sometido a una forma de "tortura del sueño": durante la noche y para comprobar su presencia en la celda, se le despierta a cada hora con fuertes llamadas a través de un altoparlante.

Hasta ahora, el médico del campamento se ha limitado a darle unos cuantos comprimidos de analgésicos; la dirección del campamento le ha reprendido y castigado varias veces por infringir las normas. La queja más frecuente es por "negarse a dormir las ocho horas prescritas": pero lo cierto es que Navalny no puede dormir con regularidad porque se lo despierta continuamente durante la noche, con el uso de la fuerza. Las autoridades penitenciarias decidieron calificar su caso como de alerta máxima, y "preso con tendencia a la fuga" y lo trasladaron a una celda en régimen de aislamiento.

Tras sus primeras quejas de dolor en varias partes del cuerpo, Navalny recibió la visita de los miembros de una comisión de observadores el 27 de marzo. El equipo fue nombrado por la administración regional de Vladimir y el jefe del cuerpo, Vjaceslav Kulikov, señaló que el preso "se queja, pero es capaz de caminar por sí mismo". El funcionario aclaró que de todos modos se ha “pedido a los médicos del campamento que le presten mayor atención". Los abogados de la oposición han presentado varias peticiones de asistencia, pero hasta el momento han sido ignoradas.

El 30 de marzo, el sitio web The Insider informó de un llamamiento firmado por una veintena de destacados médicos rusos provenientes de varias ciudades. En el documento, los doctores se dirigen a las autoridades políticas del país para pedir que se brinde asistencia médica adecuada a Navalny. Además, los médicos solicitan que los análisis se den a conocer para que los médicos civiles y alemanes puedan tomar conocimiento y evaluar eficazmente el diagnóstico de los dolores que aquejan al detenido y las posibles consecuencias de los hechos del último año. Cabe recordar que Navalny regresó a su país sin haber completado todas las etapas de rehabilitación que le habían prescrito; en el peor de los casos, los médicos le advirtieron que podría perder una pierna.

El 29 de marzo también se supo de la muerte de otro médico del hospital de Omsk: se trata del jefe adjunto de traumatología y ortopedia Rustam Agishev, de 63 años, miembro del personal que atendió al político luego de su envenenamiento. Según Tajga.info, el médico murió de un repentino ataque al corazón, y el director de la clínica, Evgenij Osipov, comentó que su fallecimiento es "una pérdida inconmensurable para toda la comunidad médica, tras 30 años de incansable servicio". En febrero falleció el vicedirector Sergei Maksimishin; antes, había presentado su renuncia el Dr. Anatoly Kalinicenko. Ellos formaban parte del equipo que atendió a Navalny cuando fue diagnosticado de envenenamiento, en un primer momento. Posteriormente, la Autoridad de Salud desmintió dicho diagnóstico, el cual luego fue confirmado por los análisis efectuados en Alemania.