Mons. Mascarenhas : un hospital para los tribales y los pobres en Ranchi

Mons. Theodore Mascarenhas es el obispo auxiliar de Ranchi en el Estado de Jharkahand. El hospital contará con 500 camas y formará a enfermeros y a personal médico “partiendo de la población local”. El obispo también es de origen tribal, y subraya la importancia de revigorizar el orgullo por propia la cultura “en la formación de la fe”.

Ranchi (AsiaNews) – En un área rural “en las inmediaciones de la arquidiócesis de Ranchi, pronto será construido el Constant Lievens Hospital and Medical College, una estructura hospitalaria con 500 camas para internación, que tiene la ambición de poder brindar atención médica, fundamentalmente a los miembros de las tribus y a las personas marginadas”. Es lo que dice, en conversaciones con AsiaNews, Mons. Theodore Mascarenhas, obispo auxiliar de Ranchi, en el Estado oriental de Jharkahand, en la India. El obispo expresa las grandes expectativas que supone el lanzamiento de este proyecto, emprendido por la Conferencia Episcopal de la India (CBCI), y que debería ver la luz en poco tiempo más: “Pero necesitamos del apoyo financiero y del sostén espiritual de todos”.

Jharkahand es uno de los Estados más pobres de toda la Unión. Está habitado mayormente por poblaciones tribales que son pobres y analfabetas, y cuyas tasas de mortalidad natal e infantil son elevadísimas. Mons. Mascarenhas dice: “Visitar las aldeas ha sido una nueva experiencia para mí. A pesar de ser indio, en toda mi vida jamás había visto semejante pobreza y tamaña ausencia de educación y de cuidado de la salud”.

Según los datos brindados por la CBCI Society for Medical Education North India (Sociedad para la Educación Médica del Norte de la India de la CBCI, ndt), en el estado de Jharkahand el 43,96% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza; el 12,5% de los habitantes sufre a causa de la falta de comida, en contraste con un promedio que ronda el 2,3% a nivel nacional.

En lo que se refiere al acceso a la atención médica, casi el 80% de los nacimientos ocurre todavía en casa, en condiciones de salud precarias. Asimismo, la tasa de mortalidad durante el parto es elevada, tanto para los niños como para las madres.

En el Estado, cada año mueren 371 mujeres por cada 100.000 nacimientos, en tanto el 45% de la población femenina tiene problemas de fertilidad y un 30% ulterior contrae infecciones. En cuanto a los neonatos, se registran 69 decesos por cada 1000 nacimientos.

Frente a semejante emergencia sanitaria y social, la CBCI decidió construir allí un hospital. “Este es uno de los proyectos más relevantes, significativos y necesarios que la Conferencia episcopal de la India tiene en curso”, subraya Mons. Mascarenhas, quien además es director ejecutivo del comité a cargo del proyecto. “El plan prevé la construcción de un hospital con una capacidad de 500 camas, a fin de brindar atención médica adecuada, sobre todo, a los pobres y a los miembros de las tribus. Por otro lado, queremos formar a gente nuestra como doctores y enfermeros, a fin de que ellos puedan cuidarse a sí mismos”.

Según el obispo, el hecho de brindar atención médica adecuada debe ir de la mano con el mejoramiento de las condiciones de vida de los miembros de las tribus. En particular, él considera que han de ser valorizadas las raíces y la cultura tribal misma: “Los desafíos más serios para los miembros de las tribus de Chotanagpur son la carencia de una educación, la falta de una formación fuerte en la fe y de una educación en valores. Por otro lado, no existe un sentido de orgullo por su identidad entre los miembros de las tribus, hay asimismo fenómenos de migración y de tráfico de seres humanos, transferencias realizadas de manera forzada y problemas de alcoholismo”.

Por eso, “el consejo episcopal regional de Jharkhand y las otras comunidades religiosas han decidido tomar algunas medidas a fin de hacer un análisis [de cuáles son las necesidades de las comunidades] a través de una carta pastoral dirigida a la diócesis. De esta manera, tratamos de orientar y motivar a los padres, docentes y estudiantes. Queremos asegurarnos de que en nuestras escuelas haya cursos adecuados de catecismo y ética, a fin de alimentar la historia y la cultura tribales, recuperar y rehabilitar a las víctimas de las migraciones forzadas, del tráfico de seres humanos y de la emigración. Nos interesa que toda la población pueda ser alcanzada, a través de redes de organizaciones sociales, como las que gestionan los refugios y las estructuras que brindan asistencia”.

“El objetivo –concluye- es la realización efectiva de la política de educación nacional y la promoción de pequeñas comunidades cristianas, orgullosas del espíritu tribal, incluso en la formación de la fe”.