Mar Chino meridional, nuevo curso para Manila y Beijing. Washington observa

Detenidas apenas nacidas las tensiones para la construcción de un refugio para los pescadores filipinos en las islas disputadas entre China y Filipinas habían ya convenido que no ocuparían nuevos territorios. El Asean concordó con Beijing un código de conducta para las controversias. La relaciones entre EEUU y Filipinas deterioradas bajo el gobierno Duterte. China y Rusia cortejan a Manila.

Manila (AsiaNews/Agencias)- Después de las protestas de Beijing, el presidente filipino Rodrigo Duterte ordenó la remoción de una estructura puesta en un banco de arena disputado, cerca de una isla que Filipinas ocupan en el Mar chino meridional. Washington observa la evolución de las relaciones diplomáticas entre los dos países, mientras está en curso el tour asiático del presidente Trump cuyo éxito, según los analistas, determinará el futuro de la influencia estadounidense en la región.

Al margen de un encuentro sobre el próximo encuentro de la Asociación de las naciones del sudeste asiático (Asean), el secretario de Defensa filipino, Delfín Lorenzana declaró hoy que en agosto las tropas de Manila han construido un refugio para pescadores, en una isla de arena a 4 Km de la isla Thitu. Poco después, embarcaciones chinas de patrulla se acercaron al banco de arena y les pidieron que desarmaran el refugio,

Lorenzana refirió que el presidente Duterte dio la disposición a los soldados retirar la estructura, después de haber informado que Filipinas y China habían ya convenido no ocupar nuevos territorios en el Mar Chino meridional. En el mes de agosto, el Asean concordó con Beijing un código de conducta para gestionar las controversias marítimas en la zona, tema que será discutido la semana próxima, cuando los países miembros de la organización se reunirán en Manila.

El banco de arena se encuentra entre Thitu, donde Filipinas tiene una pequeña comunidad y un contingente de soldados y la barrera de Subi, donde China construyó una isla artificial en rápida expansión. Aprovechando algunas ambigüedades del derecho internacional, Beijing reivindica una feta consistente de mar. Esta comprende las islas Spratly y las Paracel, islas disputadas por Vietnam, Taiwan, Filipinas, Brunei y Malaysia (casi el 95% de los territorios). Para garantizarse el control de las importantes rutas marítimas que atraviesan estas aguas, el gobierno inició la construcción de una serie de islas artificiales, con establecimientos militares y faros para la navegación.

Washington monitorea la situación, comprometida con su presidente en uno de los tour asiáticos más delicados de los últimos años. La crisis de la península coreana y las consecuencias económicas del retiro de los EEUU de la Sociedad Trans-Pacifica (Tpp), uno de de los primeros actos del presidente estadounidense, son algunos de los temas al centro de los coloquios con Japón (5-7 de noviembre), China (8-10 de noviembre), Vietnam (10-11 de noviembre).

El presidente filipino Rodrigo Duterte y Trump se encontrarán en Manila en la última etapa del viaje del líder americano a Asia (12-13 de noviembre). Las relaciones entre los dos países se deterioraron bajo el gobierno de Duterte, sobre todo después que el ex presidente de EEUU, Barack Obama criticó su sangrienta guerra contra la droga. Duterte respondió insultando a Obama y anunció una “separación” de Washington, ex potencia colonial e histórico aliado de Manila. Mientras tanto, Rusia y China tratan de separarse dela influencia estadounidense y han iniciado una obra de cortejo al cual los EEUU tratan de responder. Los analistas afirman que el éxito del encuentro entre los dos controvertidos presidentes será determinante.