Manila, se retiran las acusaciones de sedición contra los obispos indeseables para Duterte
La policía los acusó a ellos y a otros 28 de conspirar para derrocar al gobierno. Para el Departamento de Justicia, no hay pruebas que lo demuestren. Dos sacerdotes y otras nueve personas fueron acusados. Obispo de Bayombong: "Nunca dejaremos de expresar nuestros puntos de vista sobre la fe, los derechos humanos y la protección de la vida”.
Manila (AsiaNews) - El Departamento de Justicia (DOJ) de Filipinas ha exonerado de la acusación de sedición a cuatro obispos, un sacerdote y un religioso. En julio pasado, la policía los acusó a ellos y a otras 28 personas -incluyendo a importantes políticos de la oposición como la vicepresidenta Leni Robredo- de conspirar para derrocar al gobierno de Rodrigo Duterte. Muchos filipinos habían leído en los procedimientos judiciales una estratagema de intimidación planeada por la administración para silenciar a los críticos.
Los prelados son Mons. Sócrates Buenaventura Villegas, arzobispo de Lingayen-Dagupan; Mons. Honesto Ongtioco de Cubao; Mons. Pablo Virgilio David, obispo de Kalookan; Mons. Teodoro Cruz Bacani Jr., obispo auxiliar de Novaliches. Ayer, los funcionarios del DOJj determinaron que los prelados no habían mostrado ninguna intención de cometer el delito; que los informes presentados por el Grupo de Investigación y Detección Criminal de la policía no estaban respaldados por pruebas.
La noticia de la absolución es "un feliz regalo". Lo declaró a AsiaNews Mons. José Elmer Imas Mangalinao, obispo de Bayombong y vicepresidente del Comité Permanente de Asuntos Públicos (PCPA) de la Conferencia Episcopal Filipina (CBCP). "Me siento aliviado - afirma Mons. Mangalinao - como muchos otros obispos y sacerdotes. Se ha hecho justicia, porque el Señor ha defendido la verdad que hemos profesado desde el principio de este asunto. De nuestros hombros, y especialmente de los del acusado, se ha quitado una gran cruz. Como señaló el arzobispo Sócrates, la caída de las acusaciones ayudará a los obispos implicados a centrarse mejor en las necesidades más urgentes del pueblo".
"La Iglesia filipina - continúa el obispo de Bayombong - no busca la confrontación con el gobierno, pero el presidente está convencido de que los obispos están en contra. Sin embargo, aunque esto pueda llevar a una confrontación directa, nunca dejaremos de expresar nuestras opiniones sobre la fe, los derechos humanos, la protección de la vida, el medio ambiente y el patrimonio cultural de los pueblos indígenas. Invito a todos a rezar por nosotros y a apoyarnos en nuestra lucha por el bien de Filipinas".
Las investigaciones por sedición y otras acusaciones resultaron de la difusión de un video en Internet, que se hizo viral. En el vídeo se acusaba al presidente Duterte y a su familia de estar involucrados en el tráfico de drogas ilegales. A pesar de la absolución de los cuatro obispos, el P. Robert Reyes y el religioso lasallista Armin Luistro, el DOJ recomendó que los sacerdotes P. Flaviano Villanueva y P. Albert Alejo, junto con otras nueve personas, fueran llevados a juicio. Entre ellos se encuentra el ex senador Antonio Trillanes IV, un acerrimo rival de Duterte.
La Conferencia Episcopal de Filipinas se puso inmediatamente del lado de los sacerdotes y obispos implicados en el caso, afirmando que las acusaciones estaban "más allá de la imaginación". "Estas son personas cuyo amor por el país y dedicación al bienestar de nuestro pueblo no son cuestionables", dijo Mons. Rómulo Geolina Valles, arzobispo de Davao y presidente de la CBCP. Según el P. Jerome Secillano, presidente de la Oficina de Asuntos Públicos de la CBCP, el hacer la acusación tiene "un claro objetivo. Se quiere asustar a los clérigos que critican al gobierno y silenciarlos. Nuestros hermanos nunca han luchado contra el gobierno o Duterte: están en contra de las políticas represivas que perjudican a los pobres". (PF)
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