Luego de las violentas manifestaciones, vuelve la calma a Jayapura
En las últimas dos semanas, en la región oriental hubo numerosas movilizaciones en las calles, contra el racismo hacia los papúes. Las protestas alimentan el ansia independentista. Anteayer, los enfrentamientos en la regencia de Deiyai culminaron con la muerte de un soldado y dos civiles. Yakarta remarca el rol central de las fake news en la violencia.
Yakarta (AsiaNews) – Luego de los violentos desórdenes de ayer, esta mañana la calma volvió a reinar en Jayapura, ciudad cabecera de la provincia de Papúa. “Es como si la ciudad estuviera muerta”, dice un sacerdote del lugar, tras el anonimato, al dialogar con AsiaNews. “Desde anoche -agrega- que no hay mucha actividad de la población y las calles están desiertas”. En las últimas dos semanas, en casi todos los distritos de la región oriental de Indonesia ha habido movilizaciones de protesta. El detonante fue un episodio de racismo registrado en Surabaya (Java Oriental), que tuvo como víctimas a algunos estudiantes papúes. Una parte de los manifestantes también reclama un referéndum por la independencia -una cuestión que fue dejada de lado por Wiranto, ministro coordinador de Asuntos Políticos, Legales y de Seguridad.
Jayapura quedó paralizada tras la violencia de ayer. A causa del clima de fuerte tensión, los negocios y todas las actividades comerciales estuvieron cerrados a partir del mediodía. La multitud prendió fuego el edificio de la Asamblea del pueblo de Papúa (MRF) y otros edificios, como la oficina del correo y estaciones de servicio. Las manifestantes que se habían reunido frente al edificio del gobernador de Papúa recién pudieron regresar a sus casas a altas horas de la noche.
Dos días atrás, los choques entre manifestantes y fuerzas del orden en la regencia de Deiyau provocaron la muerte de un soldado y tres civiles. Según las reconstrucciones, la marcha pacífica devino violenta cuando se volcaron a las calles miles de independentistas, que atacaron a soldados y policías, armados con lanzas y machetes. Pocas horas antes, en la capital, Yakarta, algunos manifestantes se dieron cita frente al Palacio de Estado; allí hicieron flamear la "Bintang Kejora" – una bandera, símbolo del independentismo papú.
En estos días, el gobierno indonesio ha ordenado a las fuerzas del orden dispersar las manifestaciones, proponiendo un abordaje persuasivo, antes que represivo. Yakarta subraya que los desórdenes se han visto alimentados por las “fake news” y los rumores sin fundamento que han circulado por Internet y por las redes sociales, para dividir a la sociedad indonesia. Habían generado gran estruendo las primeras noticias provenientes de Deiyai, que hablaban de seis civiles caídos bajo los disparos de las tropas del gobierno. “Es una noticia falsa; y hasta los medios extranjeros la han retomado”, declaró ayer el ministro Wiranto.
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