La Pascua rusa, el fuego santo y los pasteles gigantes
Coincidiendo con la Pascua ortodoxa – a celebrarse mañana- se reviven muchas tradiciones: los pasteles, los huevos y el fuego santo traído directamente desde el Santo Sepulcro de Jerusalén. El patriarca Kirill exhorta a participar en los sacrementos. La participación de los fieles en la Semana Santa ha sido de entre un 2 y un 4%.
Moscú (AsiaNews) - Una delegación de la Fundación “San Andrés el Protóclito” viajó desde Moscú a Tierra Santa, para recoger el Fuego Santo de la Basílica del Santo Sepulcro durante la mañana pascual del 7 de abril y llevarlo a Rusia, a la celebración nocturna del patriarca Kirill, en la catedral de Cristo Salvador. Para el traslado, se dispuso un chárter especial, al cual le darán la bienvenida, en el aeropuerto de Vnukovo (uno de los ocho aeropuertos de Moscú), centenares de fieles, particularmente devotos de esta tradición ortodoxa: el “fuego santo” se enciende milagrosamente cada año en la vigilia de Pascua, y es considerado un prodigio reservado exclusivamente a los ortodoxos, si bien también los católicos acceden al mismo, sobre todo en el caso de quienes adhieren al movimiento scout. La repetición del milagro, según la tradición, asegura otro año de existencia a la humanidad, antes del Apocalipsis.
El fuego pascual será llevado a todas las iglesias de Moscú y de la provincia, para luego ser mostrado para la devoción en casi 100 ciudades de Rusia y en otras comunidades ortodoxas del mundo, como, por ejemplo en Nueva York. Otra tradición pascual típicamente rusa es la preparación del kulich, una especie de pan dulce que se hace bendecir en la iglesia, y que este año es preparado con antelación; la jornada dedicada a la preparación de este dulce sería el Sábado santo, pero este año el 7 de abril coincide con la fiesta de la Anunciación, la cual, en la liturgia oriental, no puede ser omitida, ni siquiera durante las celebraciones de la Semana Santa.
Otro pastel pascual ruso es aquél conocido como Paskha, un pastel de ricota, de forma piramidal, elaborado con pasas de uva y almendras: este año, los ciudadanos de Rostov, sobre el río Don, han decidido batir todos los récords, enviando a Moscú una Paskha que pesa más de una tonelada, llamada Zar-Paskha, y que será mostrada a los fieles en la catedral de Cristo Salvador durante toda la jornada de Pascua. En efecto, la vigilia de la fiesta se inaugura en Moscú, en las inmediaciones de la catedral y del Kremlin, con la fiesta de la “Bendición Pascual”, una manifestación que se ha puesto de moda en los últimos años, en la cual se exponen los mejores productos del arte culinario y del artesanado local, evento que devino casi una “fiesta de la autarquía” en la época del aislamiento, cuando regían las sanciones. El culmen de la fiesta será la premiación del mejor huevo pascual decorado, elegido entre más de 500 concursantes, premio que será conferido por el mismísimo patriarca.
El patriarca Kirill ha presidido todas las ceremonias de la Semana Santa en la catedral de Cristo Salvador. En la liturgia del Jueves Santo, realizó el rito del Lavatorio de pies a doce obispos, representantes de los doce apóstoles ante los cuales Cristo se inclinó para la purificación de la última Cena. En la ocasión, el patriarca recordó que la comunión eucarística, inaugurada por Cristo durante la santa cena, “es esa fuerza espiritual que, por la gracia divina, se infunde en los hombres para hacerles realizar grandes empresas, para afrontar las persecuciones y vencer la degradación del pecado, para vivir verdaderamente como cristianos, a pesar de todas las dificultades de las circunstancias históricas en las cuales somos llamados a vivir”.
Para muchos fieles ortodoxos, el Triduo Pascual es la ocasión para volver a acercarse a la comunión sacramental, que no es frecuente en la práctica oriental, en parte por la obligación del ayuno y debido a la necesidad de confesarse durante la celebración misma: en Pascua, esas obligaciones se suspenden, permitiendo una participación masiva en los dones de la gracia. Según las palabras de Kirill, “la comunión no debe convertirse en costumbre, o en una práctica meramente tradicional. Cada uno de nosotros debe prepararse para acercarse a este gran misterio del cuerpo y la sangre de Cristo... a la liturgia no venimos sólo para hacer una pausa frente a las imágenes y rezar una oración, sino que nos acercamos a los sacramentos con una justa preparación y participación, entonces, nuestra vida cambia, y así, la fuerza del Espíritu Santo obrará en nosotros con regularidad”.
Según los sondeos habituales del mayor centro de estadísticas, “Levada-centr”, este año, los rusos nuevamente han participado de una manera muy superficial en los ritos eclesiásticos. Poco más del 20% de la población ha declarado que ha respetado de alguna manera el precepto del ayuno, a diferencia de los años anteriores, cuando el porcentaje superaba el 30%; en las liturgias de la Semana Santa, la asistencia giró entre un 2 y un 4%, si bien se aguardan grandes multitudes, al menos, para la procesión inicial de la Vigilia Pascual en las iglesias, cuando todos los fieles, con velas encendidas, cantan junto a los celebrantes el himno a Cristo Resucitado.
07/05/2019 10:35
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