La ONU hace un llamamiento a una tregua humanitaria. Pero en Siria se sigue combatiendo
Las Naciones Unidas solicitan un “cese inmediato de las hostilidades” para favorecer “la distribución de ayudas humanitarias y la evacuación de los heridos y enfermos”. Y vuelven a acusar al ejército del gobierno por el uso de armas químicas. Damasco continúa asediando enclaves rebeldes, tanto en la periferia de la capital como en la provincia de Idlib.
Damasco (AsiaNews/Agencias) – Las Naciones Unidas hacen un llamamiento urgente, solicitando una tregua humanitaria de un mes en Siria, nación atormentada por una sangrienta guerra que ya ha llegado a su séptimo año, y que ha causado 340.000 muertos y millones de refugiados. En un llamamiento difundido ayer, la cúpula de la ONU solicita un “cese inmediato de las hostilidades” para permitir “la distribución de ayudas humanitarias, la evacuación de los heridos y enfermos que se encuentren en estado crítico, y aliviar los sufrimientos” de los civiles.
Sin embargo, ante el pedido de la ONU de aliviar la tensión e instaurar una tregua, el ejército fiel al presidente Bashar al-Assad ha intensificado, en las últimas horas, los bombardeos contra un enclave rebelde situado en la periferia oriental de la capital. En los ataques aéreos de los últimos días sobre Goutha oriental habrían muerto al menos 40 personas.
Los aviones de caza del gobierno también atacaron la provincia de Idlib, en el noroeste del país.
También se registran muertos y heridos en Damasco, en particular en los barrios cristianos de la ciudad vieja. Fuente locales refieren que hubo disparos de mortero que fueron lanzados contra el patriarcado sirio ortodoxo, y que causaron cuando menos dos muertos y tres heridos.
Las Naciones Unidas denuncian la extrema dificultad para llegar a las zonas donde se desarrolla el conflicto. En particular, las áreas asediadas por las fuerzas del gobierno no pueden recibir ayudas humanitarias sin la autorización de Damasco. En un comunicado, el coordinador de la ONU para ayudas humanitarias en Siria y otras personalidades de las Naciones Unidas denuncian una situación “extrema” en estas áreas e invitan a todas las partes a suavizar la presión del conflicto para favorecer la distribución de ayudas.
En tanto, los expertos de la ONU han iniciado una investigación a raíz de una nueva denuncia relacionada con el uso de armas químicas –puntualmente, de bombas del cloro- por parte del ejército regular. Médicos locales, activistas cercanos a la oposición y gobiernos occidentales señalan a Damasco como responsable de la utilización de agentes químicos en al menos seis ataques ocurridos en los últimos 30 días.
La dirigencia de Damasco rechazó estas acusaciones, tildándolas de “mentiras”. Fue inmediata la respuesta de la cúpula de la Comisión Internacional de investigación de la ONU dedicada a Siria, que se refirió a los hechos como una realidad “alarmante”.
Son asimismo dramáticos los relatos que llegan de la provincia de Idlib, escenario de una ofensiva del gobierno contra las fuerzas rebeldes y yihadistas presentes en la zona. El periodista local Akram Al-Ahmad habla de un “escenario propio de Grozny”, donde los civiles padecen graves sufrimientos. Cronista de profesión, hace algunos años él fundó el Syrian Press Center (SPC), un centro de información que ha permitido formar a más de 450 periodistas sirios en estos siete años de guerra.
En una entrevista concedida a Le Monde, Akram Al-Ahmad afirma que parte de su trabajo es “hacer que se conozca el movimiento civil y democrático” sirio, que está “completamente ausente” en las crónicas de los principales medios internacionales. “Todos piensan que en Idlib sólo está Daesh [acrónimo árabe para el Estado islámico, (EI, ex ISIS)] y Tahrir Al-Cham. En realidad, hay un importante movimiento perteneciente a la sociedad civil, compuesto por cientos de personas: consejos locales, organizaciones no gubernamentales”, que se oponen a los grupos yihadistas y extremistas.
