La Carta de Navidad de Sor Prema, de las Misioneras de la Caridad

de Sr Mary Prema, M.C.

Insta a dejar el "camino fácil del placer, la seguridad y el poder". Abandonando los afanes de éxito, de la eficiencia excesiva, para responder a las necesidades reales de las personas. Los niños, incluso los no nacidos, son las mayores víctimas de nuestro tiempo. "Que la alegría que le demos a un niño infeliz y a su familia sea el más hermoso regalo de Navidad que le demos a Jesús".

Kolkata (AsiaNews) – A continuación, publicamos la carta de Sor Mary Prema, Superiora General de las Misioneras de la Caridad, dirigida a todos los colaboradores de la obra fundada por la Madre Teresa de Calcuta.

A mis queridos colaboradores, activos, enfermos y sufrientes, misioneros laicos de la Caridad, miembros del movimiento "Tengo sed", voluntarios:

Le deseo un ferviente Adviento y una feliz Navidad. Que el Niñito Jesús los colme con su espíritu de amor, paz y alegría.

Todos deseamos ese amor, esa paz y alegría. Para satisfacer este anhelo, el mundo se lanza al camino ancho y fácil del placer, la seguridad y el poder. Pero a medida que marchamos por este camino, nuestros corazones comienzan a anhelar más y más, para llenar nuestro vacío. Y comenzamos a sufrir la esclavitud de las adicciones y reclamos, y lloramos sobre las ruinas de los corazones destrozados y las relaciones rotas.

Jesús tomó el camino estrecho de la cruz, que lleva a la resurrección y a la vida nueva. Lo seguimos con fe y sencillez. Jesús, la sabiduría y el poder de Dios, vino [a este mundo] en la pequeñez y creemos que cuando somos débiles, el poder de Dios viene a colmarnos. Jesús no nos ofrece soluciones a nuestros problemas, pero nos lleva de gloria en gloria, a la luz de las Bienaventuranzas, por el camino de la conversión.

En Adviento, se oye el llamado de Juan el Bautista: "Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos" (Isaías 40:3). Que María, llena de gracia, la Madre de Jesús y nuestra Madre, nos ayude a cambiar las actitudes nuestras que nos alejan de Jesús. Ha llegado el momento de:

Abandonar las expectativas y afirmaciones de que otros deben cambiar, y en su lugar comenzar a cambiar nuestros propios hábitos
Abandonar la ambición de ser admirados por nuestros logros y empezar a practicar la fe en las cosas pequeñas y ocultas
Abandonar el deseo de ser eficientes y en su lugar, comenzar a enfocarse en las necesidades inmediatas de las personas, cuidando de ellas de verdad, tendiendo a la salvación y a la santificación de las almas en cada cosa [que hacemos].

Y mientras nos acercamos a fin de año, reflexiono sobre los acontecimientos del 2020. La gente gime bajo el azote de Covid-19 y otras aflicciones sumamente duras. El mundo está pasando por guerras civiles, atrocidades infligidas por bandas de criminales y regímenes totalitarios, violencia racial, hogares destruidos por tifones, etc.

Las familias luchan contra la enfermedad, la muerte, el desempleo, lidian con restricciones que jamás habían sufrido antes, incluyendo los límites para entrar en la iglesia u otros lugares de culto. Como siempre, los pobres y los niños son los que más sufren. Los niños también son víctimas de leyes que promueven el aborto, el divorcio, las uniones del mismo sexo, las drogas y la pornografía.

Jesús le dijo a la Madre [Teresa], "Cómo me duele ver a estos pobres niños salpicados de pecado... arrebátalos de las manos de los malvados".

Tomemos la decisión de hacer todo lo posible para proteger a los niños, incluidos los no nacidos. Que la alegría que le demos a un niño infeliz y a su familia sea el más hermoso regalo de Navidad que le demos a Jesús.

Les deseo una bendecida Navidad y un feliz año nuevo.

Por favor, recen por mí. En mis oraciones recuerdo a cada uno de ustedes, a sus familias y seres queridos.

Que Dios los bendiga.

Sor M. Prema M.C