Kuala Lumpur, los sultanes malasios condenan la intolerancia en nombre del islam

Se censura a los dueños de dos lavanderías exclsuivas para musulmanes. La unidad y la armonía son la clave para asegurar la estabilidad del país. Los ciudadanos invitan a seguir los principios fundamentales de la Constitución Federal y de la Rukunegara.

Kuala Lumpur (AsiaNews/Agencias) - Los nueve sultanes malasios (foto), las máximas autoridades religiosas y políticas de los Estados de Malasia, condenan la intolerancia en el nombre del islam y expresan su preocupación por la unidad y la armonía nacional, a la luz de los crecientes episodios de violencia en el país.

En las últimas semanas, uno de estos incidentes ha causado un gran revuelo en Malasia: es el caso de los propietarios de dos lavanderías, una en Kangar (capital del Estado de Perlis) y la otra en Muar (en Johor), que se negaron a atender a clientes que no eran musulmanes.

Tan Sri Datuk Seri Syed Syed Ahmad Danial, guardián del Sello de los soberanos, emitió un comunicado en el que afirmó que "las acciones de ciertos individuos han superado todos los éstandares aceptables de la decencia, poniendo en riesgo la armonía en la sociedad, que es multi-religiosa y multi-étnica."

Además, el alto funcionario declara, en nombre de los sultanes, que las consecuencias nocivas de tales actos son más graves cuando éstas van asociadas o se cometen en nombre del islam. "La reputación del islam jamás debe ser contaminada por las acciones divisivas de algunos grupos o individuos que pueden conducir a fracturas entre los ciudadanos", dijo.

Reiterando que la unidad y la armonía entre las diferentes comunidades son clave para asegurar la estabilidad del país, la declaración hace un llamamiento a los ciudadanos a seguir los principios fundamentales contenidos en la Constitución Federal y la Declaración de Rukunegara. Redactada en 1970 en respuesta a graves episodios de violencia racial, la misma encarna la filosofía nacional y reúne las cinco piedras angulares del pluralismo de Malasia, sobre el presupuesto de que los diferentes contextos religiosos y étnicos deben ser respetados.