Israel "debe detener los asentamientos para reactivar el camino de la paz"

Lo pide el Cuarteto ONU, según el cual los asentamientos son una de las "tendencias negativas" a modificar. A esto se añaden la violencia, las llamadas a la revuelta y la falta de control sobre la Franja de Gaza, por parte de la Autoridad Palestina. En el informe, el grupo brinda una serie de pasos "razonable" para reactivar la paz. Asaltante palestino apuñala a una niña israelí de 13 años en Kiryat Arba.

Jerusalén (AsiaNews / Agencias) - Israel debe tomar medidas urgentes para detener la expansión de los asentamientos en los territorios palestinos. Así lo afirmó un alto representante de las Naciones Unidas, al comentar los resultados del informe – muy esperado - del cuarteto para Oriente Medio. En una nota dirigida al Consejo de Seguridad, el enviado especial de la ONU, Nickolay Mladenov, dijo que los edificios israelíes en construcción en Cisjordania son una de las "tendencias negativas" que se deben modificar a toda prisa si se quiere mantener vivo el plan de paz.

La violencia, la llama a la revuelta y la falta de control por parte de la Autoridad Palestina en la Franja de Gaza, otrora en manos de Hamás, son para Mladenov factores adicionales que "ponen en grave peligro la esperanza de paz."

El informe elaborado por el Cuarteto - formado por las Naciones Unidas, Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia - tiene como objetivo promover la paz y el diálogo en el Oriente Medio, así como las negociaciones entre Israel y Palestina. El mismo fue publicado hoy, tras meses de demoras. Detras del derrape continuo, no está sino la controvertida cuestión de los asentamientos.

Las notas y recomendaciones contenidas en el informe serán el punto de partida para la reanudación del proceso de paz entre las dos partes, estancadas desde abril de 2014, cuando se bloqueó la iniciativa promovida por los Estados Unidos.

Mladenov añadió que el informe describe un "número razonable de pasos" que competen a Israel; por otro lado, contiene directivas dirigidas a los palestinos, con el objetivo de poner en marcha un "camino navegable" que conduzca a "una paz global, con repercusiones históricas para toda la región".

El enviado de la ONU pidió al Consejo de Seguridad apoyar las recomendaciones contenidas en el informe, de modo que pueda convertirse en una hoja de ruta que sea aceptada por la comunidad internacional y sobre la cual basar los futuros pasos rumbo a la paz entre Israel y Palestina.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos diplomáticos, la violencia en el campo no se detiene. Ayer, un atacante palestino apuñaló y mató a una niña de tan sólo 13 años, mientras estaba en cama en su casa, ubicada en Kiryat Arba, un asentamiento judío en Cisjordania. La víctima, Hallel Yaffa Ariel, tenía doble ciudadanía estadounidense-israelí y fue atacada mientras dormía.

Las fuerzas de seguridad israelíes acudieron al lugar, donde mataron al agresor de 19 años, Mohammed Tarayreh, oriundo del cercano pueblo de Bani Naim; en el enfrentamiento, un agente sufrío heridas leves.

Al comentar sobre el ataque, el primer ministro Benjamin Netanyahu habla de un "horrible asesinato" que muestra la "inhumanidad de los terroristas".

Desde octubre pasado, luego de una serie de provocaciones de ultra-ortodoxos judíos, que fueron a rezar a la Explanada de las Mezquitas, se incrementaron los incidentes y disturbios tanto en Israel como en los territorios palestinos, en el contexto de la llamada "Intifada de los cuchillos". Hasta ahora, fueron asesinados al menos 209 palestinos, 32 israelíes, dos estadounidenses, un sudanés y un eritreo.

La mayoría de los palestinos murieron cuando intentaban apuñalar, atacar con armas o automóviles a los peatones o soldados. Otros, murieron durante las manifestaciones o enfrentamientos con los militares. Frente a esta escalada de violencia que culminó en el ataque a Tel Aviv del 8 de junio, el primer ministro israelí decidió reforzar la política de demolición de las viviendas de los agresores palestinos. Una medida que, según los críticos, representa un "castigo colectivo", que termina agudizando la tensión.