En Ginebra, se emprende un nuevo round de coloquios de paz de la ONU sobre Siria
Dudas e incertidumbres sobrevuelan el encuentro. Para el presidente Assad es un proceso político “nulo” llevado adelante para el sólo “beneficio de los medios”. Las cumbres de Astaná resultan más eficaces. Pero el enviado especial de la ONU desmiente las contraposiciones y habla de un trabajo diplomático “in tándem”. Nuevas acusaciones de los EEUU contra Damasco: en las cárceles emplean hornos crematorios para ocultar las pruebas de los homicidios en masa.
Ginebra (AsiaNews/Agencias) – Hoy, en Ginebra, Suiza, se inaugura un nuevo round de coloquios de paz en torno a Siria, bajo el amparo de las Naciones Unidas. El objetivo es reforzar la “frágil” tregua nacional que rige desde la medianoche del 30 de diciembre pasado, en el contexto de un sangriento conflicto que en seis años ha causado más de 320.000 víctimas y miles de evacuados. Los cinco encuentros anteriores promovidos por la ONU no supieron garantizar resultados eficaces en pos de una paz estable y duradera.
El presidente sirio Bashar al-Assad en los últimos días ha fortalecido sus posiciones en el terreno, expulsando a los rebeldes de sus bastiones en Damasco y asumiendo [prácticamente] el control total de la capital. El líder sirio ha definido el proceso político en curso en Ginebra como “nulo”, una suerte de “encuentro en beneficio de los medios”.
Para Assad, hay muchas más esperanzas de llegar a una resolución del conflicto a partir de los encuentros de Astaná, patrocinados por Moscú, Teherán y Ankara, durante los cuales, a principios de mayo, se llegó a un entendimiento para la creación de zonas destinadas a “frenar la escalada” del conflicto. El acuerdo prevé el cese del fuego, la prohibición de sobrevolar el área, la provisión inmediata de ayuda humanitaria y el retorno de los refugiados.
El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, ha desmentido la noticia según la cual las negociaciones de Astaná terminan proyectando una sombra sobre el trabajo diplomático que llevan adelante las Naciones Unidas. “Trabajamos in tándem”, agregó, siendo que el trabajo de la ONU está orientado al logro de cuatro objetivos distintos: gobernabilidad, nueva Constitución, elecciones y lucha contra el “terrorismo”.
Sin embargo, el frente del gobierno y la delegación en representación de los rebeldes siguen estando divididos con respecto a un punto crucial: el futuro –político o no- del presidente Assad. El líder del Alto comité para las negociaciones (HNC), apoyado por los sauditas, insiste en la expulsión del líder de Damasco como prerrequisito para cualquier transición política posible. Una exigencia que resulta “inaceptable” para el frente gubernamental.
Ofusca los coloquios de paz de la ONU la acusación lanzada ayer por el Departamento de Estado americano –cuya posición parece estar cada vez más al margen del tablero sirio, dominado por Rusia, Irán, Turquía y las naciones árabes- al gobierno de Damasco. Se aduce que el “régimen” de Assad habría construido un horno crematorio dentro de una prisión militar, para hacer desaparecer los restos de los prisioneros asesinados.
Como confirmación de su tesis, Washington difundió algunas imágenes satelitales –recientemente desclasificadas- de las instalaciones, que muestran las actividades llevadas adelante para la construcción de dicho horno.
En los últimos meses, activistas en defensa de los derechos humanos habían denunciado la tortura y el ahorcamiento de miles de detenidos en la cárcel situada a las puertas de Damasco. El gobierno sirio no ha querido responder a las nuevas acusaciones lanzadas por los Estados Unidos, mientras que en el pasado siempre había desmentido los rumores de abusos cometidos dentro de la prisión de Saydnaya.
Las imágenes capturadas –que serán presentadas a la comunidad internacional en los próximos días- se remontan a un período que va desde agosto de 2013 a abril de 2017. Para el Departamento de Estado de los EEUU, sería la prueba que certifica “los homicidios en masa” perpetrados por Assad, y se dirige al régimen para que ponga fin “a estas atrocidades”. Según las voces críticas –que recuerdan las presuntas pruebas presentadas por el entonces secretario de Estado Collin Powell ante la ONU, contra Saddam Hussein – se trata del enésimo capítulo de la guerra de propaganda entre potencias internacionales que se consuma a costas del pueblo sirio.
23/03/2017 10:13
19/05/2017 10:36