Era acusado de tener responsabilidades en los asesinatos de 2011. Es el último acto de un largo procedimiento judicial. Figuras ligadas a su régimen fueron absueltas. El ligamen de Al-Sisi con el ex –presidente y los militares. Para los vértices del gobierno es acusado de realizar los mismos abusos de Mubarak. El yihadismo aumenta en Egipto.

El Cairo (AsiaNews)- La Corte de Casación egipcia absolvió al depuesto presidente Mubarak de la acusación de haber participado en el asesinato de 239 disidentes durante la revuelta que explotó el 25 de enero de 2011. La sentencia llega al final de un largo procedimiento iniciado en 2012, durante el cual Mubarak se declaró siempre inocente. El resultado no sorprende a los parientes de las víctimas considerando los ligámenes entre el actual presidente Al-Sisi y Mubarak.

La decisión del juez Ahmed Abdel Qawi pone fin al largo procedimiento penal iniciado en 2012. El depuesto presidente había sido acusado de ser el responsable del asesinato de 239 manifestantes durante la revuelta de enero de 2011. Después de la primera sentencia y la pena a cadena perpetua, el caso fue abierto nuevamente dos veces. Además, la Corte rechazó la investigación de los abogados de las víctimas de reabrir la causa civil, cerrándolo definitivamente.

La sentencia fue aplaudida por los seguidores presentes de Hosni Mubarak. El viejo presidente, que ya tiene 88 años, había siempre declarado su inocencia, persuadido que la “Historia” los habría rehabilitado como patriota del país.

Según Osman al-Hefnawy, abogado de las familias de las víctimas, la sentencia es injusta porque el sistema judicial está politizado. No obstante el actual presidente Al-Sisi se demostró poco dispuesto a liberar al ex –presidente, pero él queda ligado porque había sido el jefe de la inteligencia militar bajo su gobierno. De la deposición del presidente Morsi y la victoria presidencial en 2014, Al-Sisi inició una dura campaña contra los Hermanos Musulmanes, mientras que las figuras ligadas al régimen de Mubarak fueron absueltas.

Los críticos acusan al gobierno actual de realizar los mismos abusos contra aquellos que habían protestado en 2011. El presidente Al-Sisi, si bien diga ser una sostenedor de los derechos humanos, afirma que los peligros del país piden que se deba obrar con “mano firme”. Desde el derrocamiento de Morsi, sin embargo la campaña contra los islamistas ha visto un notable crecimiento del yihadismo en Egipto.

Las familias de las víctimas no estaban presentes no estaban presentes en la Corte cuando fue declarada la absolución. Taha Hussein Mahmoud, madre de un joven de 19 años asesinado en una protesta en Alejandría, declaró a Reuters: “Lamentablemente la sangre de nuestra familia fue derramada en vano… están en un lugar mejor de aquel en el que estamos nosotros”.