Dos sacerdotes mueren por Covid en Orissa
Se trata de un joven misionero del distrito de Kandhamal y del vicario general de la arquidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar. Arzobispo Barwa: "Estamos en manos de Dios, sigamos sirviendo a nuestros hermanos".
Bombay (AsiaNews) - La ola de Covid-19 está poniendo de rodillas a la India y también golpea duramente a los sacerdotes. La arquidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar ha perdido a dos sacerdotes en cuestión de pocas horas. El arzobispo John Barwa cuenta: "El sábado lloramos la muerte del padre Bimal Nayak, un joven misionero del distrito de Kandhamal, el más afectado por la violencia de los fundamentalistas hindúes en 2008: yo mismo lo había ordenado sacerdote para la Sociedad Misionera India. Luego le tocó también a mi vicario general, el padre Prasanna Pradhan".
El padre Pradhan acababa de cumplir 59 años, era originario de la parroquia de Mondasoro, hijo de un gran catequista de la comunidad. Había ejercido su ministerio como sacerdote en muchos pueblos, pero también era un respetado profesor que se había doctorado en Ciencias Bíblicas en Roma. Hombre sencillo, honesto y muy querido por todos, fue un pilar de la arquidiócesis. El padre Bimal Nayak, en cambio, sólo tenía 35 años: murió en Benarés (Varanasi), en Uttar Pradesh, donde ejercía su ministerio. A pesar de su juventud, de nada sirvió trasladarlo al hospital de Banaras Hindu University: murió y fue sepultado en el cementerio de la casa madre de la Indian Missionary Society en Christnagar.
“En estos días de incertidumbre -comenta Mons. Barwa- se nos pide que permanezcamos aún más unidos a Dios y que pongamos todo en sus manos. Nuestros talentos, nuestras capacidades, cuentan muy poco en este momento: nuestro deseo debe ser sólo hacer su voluntad y ser testigos de su amor, amando a los que nos rodean. Adoptemos la regla de oro: ama a Dios con todo tu corazón y a tus hermanos como a ti mismo".
La ordenación sacerdotal del padre Nayak -en 2015- fue la primera en la historia de su parroquia en Pokari, perteneciente al distrito de Kandhamal. Kiran -como se conocía al joven en el pueblo- era un muchacho muy capaz, hijo de un pastor baptista. Tenía un gran talento para la música y el canto: incluso había sacado su propio disco. Después de su ordenación como misionero, primero se desempeñó en la diócesis de Khandwa, en Madhya Pradesh, en la misión de Bhagawanpura, un pueblo del interior donde trabajó muy activamente para traer nuevamente a la Iglesia a los católicos dispersos por mil dificultades. En el último tiempo estuvo a cargo de la misión de Nandganj, a pocos kilómetros de Benarés, donde era muy apreciado, especialmente por su ministerio entre los jóvenes. Todo el mundo lo recuerda como un misionero incansable: era como si supiera que tenía poco tiempo. Solía colaborar con todos y también tenía muchos amigos hindúes.
El hermano de su madre, el padre Prados Chandra Nayak, dice a AsiaNews: "Sus padres están muy tristes por esta muerte. Ya habían ofrecido a su hijo a Dios, ellos saben que ya no era suyo. La tristeza es porque no habían podido verlo desde el pasado mes de marzo -por el confinamiento obligatorio. E incluso en sus últimos días, cuando se manifestó la enfermedad , no pudieron ocuparse de él. Pero el padre Bimal ya estaba en manos de Dios y eso nos da paz".
La muerte de los sacerdotes en Orissa se suma a una lista de deudos del clero indio que se alarga cada día. El sitio web MattersIndia registra otros 14 sacerdotes muertos en los últimos cuatro días: en los estados de Maharashtra, Karnataka, Uttar Pradesh, Madhya Pradesh y Jharkhand. Una cifra impresionante -señala el sitio- si se piensa que la India tiene poco más de 30.000 sacerdotes en total, sumando diocesanos y religiosos.
29/08/2020 11:22
