Cáritas Filipinas pide ayuda para las víctimas de los terremotos en Cotabato
Es de cuando menos 22 muertos, cientos de heridos y más de 24.000 desplazados el saldo de la serie de terremotos que han sacudido recientemente el Sur de las Filipinas. Las personas afectadas por la emergencia suman más de 188.000. Días atrás, la Conferencia Episcopal católica de las Filipinas (CBCP) hizo un llamamiento, solicitando asistencia. Mons. Valles visita a los sobrevivientes.
Cotabato (AsiaNews) – El Secretario Nacional de Acción Social de (NASSA)/Cáritas Filipinas exhorta a todas las diócesis del país a asistir a las comunidades afectadas por los recientes terremotos en Cotabato (anteriormente, Cotabato Norte - ndt), ubicada en la isla meridional de Mindanao. “El país sigue atentamente el desarrollo de la situación, pero necesitamos donaciones y muestras concretas de sostén”, declara, en diálogo con AsiaNews, el Pbro. Edwin A. Gariguez, secretario ejecutivo del brazo humanitario de la Conferencia Episcopal Filipina (CBCP). Es de cuando menos 22 muertos, cientos de heridos y más de 24.000 desplazados el saldo de la serie de terremotos que el mes pasado sembraron el terror en el Sur de las Filipinas. El 31 de octubre de 2019, un terremoto de 6.5 grados de magnitud, con epicentro en Tulunan (Cotabato), sacudió las regiones del centro y este de Mindanao. Dos días antes, en la misma área, se había registrado un sismo de 6.6 grados. Estos temblores deben sumarse al del 16 de octubre (que tuvo una magnitud de 6.3).
El Consejo Nacional para la Reducción y Gestión de Desastres (NDRRMC) informa que hay más de 188.000 personas afectadas por la emergencia. Casi 21.000 viviendas se desplomaron y otras 7.200 han quedado dañadas. Los temblores arrasaron con dos escuelas y provocaron daños en más de 870 establecimientos educativos, interfiriendo con la educación de más de 3,4 millones de alumnos. Los voluntarios de NASSA/Caritas Filipinas asisten a la población local desde los primeros días de la crisis. NASSA/Caritas Filipinas ha destinado, en total, 1 millón de pesos (17.800 euros) para las operaciones de socorro en la diócesis de Kidapawan; en tanto, Cáritas Manila continúa brindando ayuda alimentaria adicional a las comunidades azotadas. “Pero también hay miles de personas con una desesperante necesidad de asistencia en la diócesis de Digos, ubicada cerca de allí. Aparte de la ciudad de Cotabato, este es un territorio dedicado a la agricultura: casi todos los habitantes son agricultores. Es gente muy pobre, que ha perdido absolutamente todo”.
Días atrás, la Conferencia Episcopal católica de las Filipinas (CBCP) difundió un comunicado de alcance nacional, solicitando ayuda para las familias desplazadas. Las organizaciones locales de Cáritas han instituido centros de operaciones en las ciudades de Kidapawan y Magsaysay para asegurar la recepción de las donaciones, así como su embalaje y distribución. “Muchas personas – explica el Padre. Gariguez – prefieren acampar en el exterior de sus casas y se niegan a trasladarse hasta los refugios provisorios alistados para recibir a los evacuados. La mayor parte de las viviendas ha quedado inutilizable. Además, los movimientos sísmicos no parecen detenerse, y eso alimenta el miedo. Las autoridades de gobierno están respondiendo a las necesidades de la población, en lo que concierne al agua y a la comida. Pero lo más urgente es poder brindar un techo a los afectados por los terremotos, sobre todo cuando cae la noche: del tema se están ocupando nuestros voluntarios, para aliviar la situación de estas personas”.
“La población azotada por los terremotos se encuentra en estado de shock – prosigue el sacerdote –. Siendo que NASSA/Cáritas Filipinas no tiene las competencias para brindar asistencia psicológica, nos estamos dirigiendo a los profesionales de las organizaciones con las que colaboramos. Entre los desplazados hay una gran necesidad de este tipo de ayuda: muchos están sufriendo trastornos post-traumáticos. Estamos evaluando cómo afrontar el problema”. Hace dos días, Mons. Rómulo Geolina Valles, arzobispo de Davao y presidente de la CBCP, viajó a Cotabato para visitar a los sobrevivientes. El prelado ofreció palabras de consuelo a los desplazados de Makilala, que, junto con Tulunan, es la ciudad más golpeada por los terremotos. Acompañado por Mons. José Colin Bagaforo de Kidapawan, el arzobispo se reunió con las familias que se alojan en los refugios provisorios y con los voluntarios que participan de las operaciones de socorro. Ante los micrófonos de Radio Veritas, Mons. Valles declaró: “Pido nuevamente ayuda, para aliviar los sufrimientos y el dolor de nuestros hermanos y hermanas”.
(Photo credit: Cáritas Filipinas)
07/11/2019 13:59
05/12/2019 16:15