Por pérdidas superiores al 7%, cierran las bolsas de Shanghai y Shenzhen por segunda vez en una semana
Hong Kong (AsiaNews) – A menos de media hora de la apertura de los mercados (15 minutos, para ser más precisos), las bolsas de Shanghai y Shenzhen suspendieron las operaciones por toda la jornada, habiendo perdido más del 7%. Es la segunda vez en una semana (la primera fue el 4 de enero) que China cierra el mercado accionario en virtud de una nueva regla introducida por ella, según la cual las operaciones de intercambio deben ser frenadas cuando las pérdidas superan el 5% .
El colapso de hoy es otro signo ulterior más de la desaceleración de la economía china, que está ejerciendo una influencia en el resto de los mercados asiáticos y mundiales.
Esta mañana el índice de Shanghai cayó un 7,3% a tan sólo 13 minutos de la apertura. En los primeros días del año, el índice cayó un 12%, quemando todas las ganancias que se habían conquistado en el 2015. El CSI 300 (que mide a las bolsas de Shangai y Shenzhen juntas) cayó un 7,2; el índice Shenzhen Composite perdió un 8,3% antes del cierre.
La Comisión reguladora anunció que, a partir del 9 de enero y durante tres meses, los accionistas podrán vender no más del 1% de las acciones de una compañía. Una restricción similar había sido implementada seis meses atrás, cuyo plazo de aplicación vencerá mañana.
El mercado de Hong Kong de inmediato hizo sentir el contragolpe chino, y cerró la jornada matutina a menos 2,4%. Tokio descendió un 1,7%; Sidney un 2,1% y Seúl cayó un 0,9.
Para hacer frente a la debilidad de la economía, el Banco Popular chino corrigió el valor del yuan, colocándolo a 6,5646 respecto al valor del dólar estadounidense, llevándolo al valor más bajo desde el año 2010, cuando el yuan se abrió a una fluctuación controlada.
Los analistas piensan que una devaluación de la moneda podrá reportar ventajas a las exportaciones chinas, pero a largo plazo podría terminar debilitando el mercado accionario, produciendo una fuga de capitales hacia el exterior. Incluso más, podría desencadenar una guerra de monedas en la región.