Yemen, nación en una "encrucijada": la emergencia humanitaria pesa más que la guerra
Cientos de grupos activistas y ONG piden ayuda. Hasta la fecha "sólo" se han recaudado 435 millones de dólares frente a los 2.700 millones necesarios para garantizar la asistencia básica. De la UE una contribución de 125 millones de euros. Pero también se necesita una "solución política" que acompañe a la "asistencia vital".
Sana'a (AsiaNews) - Cientos de grupos de activistas y organizaciones pro-derechos están lanzando un llamamiento para recaudar fondos y ayuda humanitaria para la población de Yemen, una nación devastada por la guerra que se enfrenta a "una encrucijada" que, si no se toman medidas, acabará teniendo "consecuencias catastróficas". En una nota conjunta difundida en los últimos días, 188 organismos que operan sobre el terreno, entre ellos agencias vinculadas a Naciones Unidas, denuncian que hasta el momento sólo se han recaudado 435 millones de dólares, frente a los 2.700 millones necesarios para garantizar una asistencia "esencial". Una situación de profunda criticidad que también se refleja sobre el terreno: si la escalada de la guerra parece haberse detenido en el último periodo, por otro lado, la criticidad de la escasez de alimentos, agua y enfermedades graves no deja de aumentar.
La falta de financiación, explica el comunicado de las ONG, constituye "un desafío" para la "programación humanitaria" y está provocando "retrasos, reducciones y suspensiones de programas de asistencia que salvan vidas". Esta emergencia afecta al menos a 18,2 millones de personas, lo que representa más de la mitad de la población, que se encuentran en situación de extrema necesidad tras nueve años de guerra.
El conflicto en Yemen estalló en 2014 como un enfrentamiento interno entre los rebeldes Houthi pro-Teherán y las fuerzas gubernamentales respaldadas por Arabia Saudí; con el paso de los meses se convirtió en una guerra abierta con la intervención de Riad en marzo de 2015 al frente de una coalición de naciones árabes y se ha cobrado casi 400.000 vidas en los últimos años. Según la ONU, ha provocado la "peor crisis humanitaria del mundo", sobre la que el Covid-19 ha tenido efectos "devastadores"; millones de personas están al borde de la inanición y los niños -11.000 muertos en el conflicto- sufrirán las consecuencias durante décadas. Los desplazados internos han superado los tres millones, la mayoría viviendo en condiciones de extrema miseria, hambre y epidemias de diversa índole, entre las que destaca el cólera.
La contracción de la economía, el deterioro de los servicios públicos, la violencia de baja intensidad y la vulnerabilidad al cambio climático siguen provocando crisis humanitarias, según confirman quienes siguen trabajando en el país. Entre los grupos más vulnerables se encuentran las mujeres lactantes, los ancianos y los niños expuestos a niveles crecientes de escasez de alimentos. La propagación del cólera en la actual estación de lluvias y las minas terrestres sin explotar, que han causado muertos y heridos, son también motivo de gran preocupación, hasta el punto de que la nación y sus habitantes se encuentran en "una encrucijada". Con una población de 33 millones de habitantes, Yemen es uno de los países más pobres y vulnerables del mundo. Según Naciones Unidas, cientos de miles de personas han muerto en la guerra o por causas indirectas como la falta de alimentos, dos de cada cinco niños no van a la escuela y 17 millones -la mitad menores- necesitan atención sanitaria.
La población civil en particular ha sufrido, a menudo abandonada a su suerte y con pocos medios para satisfacer las necesidades básicas, empezando por el agua, los alimentos y los medicamentos. En respuesta a las numerosas necesidades, la Comisión Europea asignó 125 millones de euros en ayuda humanitaria durante la sexta cumbre sobre Yemen celebrada en Bruselas en los últimos días y dirigida por el Comisario Janez Lenarčič. El dinero, canalizado a través de los socios de la UE, las agencias de la ONU y las ONG también desplegadas sobre el terreno, se destinará a combatir la desnutrición, paliar las carencias sanitarias y ayudar a la limpieza de terrenos, pero es poco más que una gota en el océano de las necesidades.
A ello se añaden proyectos educativos específicos para los más pequeños. Para un Yemen a punto de alcanzar el nada envidiable hito de 10 años de "conflicto devastador", subraya Lenarčič, "son una vez más las personas inocentes [...] las que siguen pagando el precio más devastador. Más de la mitad de la población sigue sufriendo las consecuencias del conflicto, el colapso económico, los peligros naturales y los brotes de enfermedades". De ahí la necesidad de una "solución política", ahora más que nunca "esencial", vaya acompañada de una "ayuda que salve vidas".
(Foto: World Food Program Usa)
21/10/2016 12:42