Yemen, la guerra y el "aumento masivo" de discapacitados: más de 4,8 millones
Estas son las cifras contenidas en el informe publicado por los activistas de Handicap International, sobre una población total de 30 millones. En 2014, antes del conflicto, había menos de tres millones. Muchas de las víctimas fueron causadas por ataques aéreos, minas terrestres y bombas. A ello se suma el "colapso del sistema sanitario" y la falta de servicios.
Adén (AsiaNews) - Activistas internacionales y ONGs dan la voz de alarma por el "aumento masivo" de personas con discapacidad en Yemen, una nación que ha sido escenario durante siete años de una sangrienta guerra olvidada por la comunidad internacional, pero que sigue cobrándose víctimas. La encargada de lanzar la última alarma es Yasmine Dailman, directora de la asociación Handicap International, con sede en Adén, según la cual las personas amputadas y discapacitadas crecen con el paso del tiempo y suelen estar "entre los primeros olvidados", al tener que sobrevivir en condiciones de extrema "fragilidad". En los últimos días, la activista ha publicado un informe sobre las personas con discapacidad, cuyo número no ha dejado de aumentar desde el inicio del conflicto y ya alcanza los 4,8 millones -con al menos una patología- de un total de 30 millones de personas. Antes del inicio del conflicto en 2014, el número total de personas discapacitadas o minusválidas era inferior a los tres millones, aunque no hay certeza sobre las cifras debido a la falta de datos oficiales fiables.
A Afp Yasmine Dailman señala que el aumento de las cifras está "directamente relacionado" con la guerra, sobre todo en lo que respecta a las bajas causadas por el uso de armas explosivas - ataques aéreos, minas terrestres, bombas - que son la principal fuente de amputaciones. Los traumas psicológicos y los trastornos psicosociales, añade, también han "aumentado considerablemente". En esta realidad y ante el "colapso del sistema sanitario", prosigue, los discapacitados se encuentran "los más afectados por el conflicto" debido a "la extrema dificultad de acceso a los servicios sanitarios y a los centros hospitalarios", combinada con la falta crónica de dinero y recursos.
Las personas con discapacidad deben a veces hacer viajes de hasta tres días y recorrer carreteras peligrosas para acceder a la atención sanitaria básica, debido a la falta de infraestructuras adecuadas en muchas partes del país. Y es "inquietante", continúa el activista, ver a estas personas "enfrentarse a tantos y tan grandes desafíos". Por poner sólo un ejemplo, señala, en muchos casos los sordos tienen miedo de salir de sus casas, por temor a no oír los sonidos de las explosiones o de los misiles que llegan.
El conflicto en Yemen estalló en 2014 como un enfrentamiento interno y se convirtió en una guerra abierta con la intervención en marzo de 2015 de Riad al frente de una coalición de naciones árabes, que se ha cobrado casi 400.000 vidas en los años transcurridos. Según Naciones Unidas, la guerra ha provocado la “peor crisis humanitaria del mundo”, en la que el Covid-19 ha tenido efectos “devastadores”; millones de personas están al borde de la inanición, y los niños -10.000 muertos en el conflicto- sufrirán las consecuencias durante décadas. Hay más de tres millones de desplazados internos, la mayoría de los cuales viven en condiciones de extrema miseria, hambre y epidemias de diversa índole, entre ellas el cólera.
Ante este dramático panorama, la tregua de dos meses firmada en abril por las partes enfrentadas, que, según la ONU, representa el primer alto el fuego a nivel nacional desde 2016, representa una mínima fuente de esperanza. La esperanza es que se pueda prorrogar cuando expire, y a pesar de algunas violaciones, para devolver algo de oxígeno a una población que se enfrenta a una tragedia humanitaria, económica y social.