Yangon, el diálogo inter-religioso, ‘clave para la reconciliación’

Habla el Pbro. Mark Tinwin, docente en el Seminario de Yangon. “Cuando el pueblo birmano logre vivir en paz y armonía, la nación podrá trabajar por el desarrollo económico y el progreso social”. El compromiso de la Iglesia católica a favor de la unidad del país. La promoción del diálogo en las familias y en los pueblos.

Yangon (AsiaNews) – “Las religiones pueden contribuir a la paz, a la armonía y a la reconciliación del país”. Es lo que afirma a AsiaNews el Pbro. Mark Tinwin, docente de la materia en el seminario mayor de St. Joseph en Yangon, que agrega que “en los últimos cinco años, el diálogo inter-religiosos ha crecido a todo ritmo en Myanmar”.

“El país ha vivido durante décadas consternado, sumido en tensiones, discordias y luchas entre diversas comunidades religiosas y grupos étnicos. Los funcionarios de gobierno, líderes religiosos, trabajadores sociales, universidades y personas corrientes demuestran cada vez mayor interés por su promoción en la sociedad”, afirma el padre Tinwin.

“Todas las personas de diversas religiones, culturas y contextos étnicos –prosigue el sacerdote- deben coexistir y relacionarse en una aceptación recíproca, en el respeto y en el reconocimiento de las diferencias, a fin de hallar un terreno común para la reconciliación. Para el país, ha llegado la hora”. El padre Tinwin resalta que, cuando el pueblo birmano logre vivir en paz y armonía, entonces, la nación podrá trabajar en el desarrollo económico y en el progreso social, concentrándose en la educación, la salud, la ocupación, la seguridad social y las infraestructuras.

Desde 1958 en adelante, en Myanmar, un país donde la mayoría de la población es budista, un sistema rígidamente militarizado ha oprimido a todos los grupos étnicos de manera indiscriminada: Burma, Shan, Mon, Karen, Kachin, Chin, Palaung, Kokang, budistas y musulmanes de Rakhine. Algunas de las 135 etnias que componen Myanmar tienen su propio ejército y suelen producirse encuentros armados con las fuerzas del gobierno. Desde que asumió el poder, el año pasado, la líder democrática Aung San Suu Kyi se ha abocado al difícil proceso de pacificación nacional.

“Las diversidades religiosas y culturales del país tornan imperativo promover el diálogo inter-religioso, tanto en las áreas urbanas como en aquellas rurales. Como Iglesia católica, estamos tratando de llegar a todas las personas, religiones, grupos étnicos y culturales para colaborar, cooperar y contribuir al bien común de la sociedad”, afirma el padre Tinwin.

“Necesitamos formar a muchas personas provenientes de diversas religiones y culturas, que puedan conducir el movimiento en favor del diálogo inter-religioso en las familias y en los pueblos. La Iglesia tiene un rol que desarrollar más que importante en relación a ellos, en términos de liderazgo, movilización de recursos y formación del personal. Estamos afrontando este camino con la esperanza de que el país pueda lograr el amor y la reconciliación, tan necesarios y deseados”, concluye el sacerdote.